Por no pensar. cap.4

Con ese artilugio en mis manos me siento poderosa. En realidad estoy cagada, por que no tengo ni idea de lo que estoy haciendo, y si lo pienso por un momento, es una completa locura que haya terminado en la cama de Anna.

A momentos viene Marc a mi cabeza, y los remordimientos me comen por dentro. Decido morderlos por un rato más, pero quiero volver a casa cuanto antes.

Con ella tumbada en la cama, enciendo el vibrador a velocidad baja y le separo las piernas. Se me hace extrañísima la situación, jamás me había visto en esas, pero no podía ser tan difícil, a fin de cuentas tiene lo mismo que yo, e imagino que le pueden gustar las mismas cosas que a mí.

Empiezo desde atrás. Apoyo el dispositivo rozando su ano y lo desplazo lentamente hacia arriba, desviándome ligeramente hacia sus ingles. Ella arquea su espalda y sostiene todo lo que puede sus gemidos. Con ambas manos se acaricia los pezones y se aprieta fuerte sus senos.

 Como el que juega a hacer cosquillas en el brazo juego yo con el vibrador, subo y bajo tardando en llegar todo lo que puedo al punto exacto. Humedezco mis labios y deslizo mi lengua por la zona que la va a desatar. Lo dejo todo lo empapado que puedo para poder mover a mi antojo el vibrador, que por fin llega al clítoris.

En un movimiento brusco ella me agarra fuerte del pelo mientras me dice entre jadeos…¡Sigue, sigue así! ¡Un poco más fuerte! Sigo todas sus instrucciones, y presiono un poco más el aparato contra su piel.

Baja sus manos a reunirse con el juguete. Mientras con una separa sus labios mayores,  con la otra me agarra la mano para que la mueva junto a ella. Por la intensidad del movimiento deduzco que está a punto de llegar al orgasmo. Se repiten los espasmos en su cadera y sus gemidos son ahora más ahogados que antes. ¡Oh Dios mío, Eva no pares!

Lo que más me pone es verla a ella retorcerse sobre la cama, los tirones que me da en el pelo para mirarme a los ojos con cara de placer, sus ojos entreabiertos y su forma de gemir. Me estoy poniendo a mil otra vez solo contemplándola y escuchándola. Quiero unirme a ella.

No aguanto la tentación y separo mis rodillas colocando mi sexo sobre el suyo con el vibrador en medio. Me muevo a trote sobre ella y siento un enorme placer al encontrarme con la vibración tan intensa. Mis caderas se mueven en círculos cada vez más deprisa.

Le agarro tan fuerte del muslo que hasta le dejo marcas de arañazo y siento como ella ya ha llegado al orgasmo. Al momento siento yo una sacudida eléctrica y un descontrol absoluto sobre mi cuerpo y no tardo en correrme.

De nuevo agotada, me dejo caer sobre ella en un abrazo.

- Anna, ¡Júrame que esto no saldrá de aquí! –Tras dos orgasmos y aún recuperando el aliento, no puedo evitar sentirme mal por engañar a Marc.-

-¿Te estás preocupando ahora de eso?

- Tengo novio, ¿Recuerdas? –Contesto algo molesta.-

- ¡Ahh sí! Que eras heterosexual, ¿No? –Se ríe entre dientes.-

- No me jodas Anna, no quiero bromas…

- ¡Está bien, está bien! Tampoco pensaba decir nada a nadie.

- Será mejor que me vaya a casa, mañana trabajo. –Salgo de la cama y me dirijo al baño con mi ropa.- 

La despedida es más bien fría, después de haber follado como lo hemos hecho necesito estar sola y pensar un poco en todo. Salgo del baño ya vestida y me despido con un beso rápido en los labios. Ella parece tan confundida como yo.

Son las 11 del mediodía y apenas he conciliado el sueño. De camino al hospital me encuentro a Javi en la cafetería de la entrada ya uniformado. Al verme llegar a lo lejos vuelve a dirigirse al camarero para pedirle otro café, ambos para llevar. Me reúno con el en la barra.

- Menuda cara de sueño traes… -Dice a forma de saludo tras darme un beso.-

- Ha sido una noche demasiado movida. –Comento en un suspiro mientras le doy un trago a su café.-

Recojo mi pedido y me acompaña al vestuario. Me espera en la puerta de entrada mientras me cambio rápidamente  de ropa.

- ¿Te encuentras bien? –Pregunta Javi ya inquieto por mi expresión.-

- Estoy cansada y necesito un abrazo. –Le sonrío insinuando que lo necesito de él. Me hundo en sus brazos y escondo mi cabeza en su cuello.-

- Podrías pedírmelo más a menudo…¡Sé que soy irresistible! Pero….a ti te pasa algo.

Aún abrazada a él respondo.

- Sí, pero no sé por dónde empezar.

- Me estás acojonando, dispara de una vez.

- Ayer termine en casa de Anna, y no precisamente para jugar al parchís… -Me separo de sus brazos para ver su reacción.-

- ¿Discutisteis? –Al parecer no ha entendido bien a lo que me refería.-

- No Javi no, no sé bien cómo, pero nos acostamos juntas –Su respuesta es un silencio y una cara de incredulidad.-

- ¿Estás de coña, verdad?

- Sé que parece un chiste, pero es verdad –Se vuelve a hacer otro silencio, y me quiero esconder de nuevo.-

- ¡Joder Eva! ¿Sabes que no me voy a quitar esa imagen de la cabeza, no? ¡Hostia qué fuerte! ¡Jajajaja! –Rompe el hielo con sorna.- ¿Todo lo que tenía que hacer para acostarme contigo era pasar de ti?

- ¡No seas tonto! Tú me tienes cuando quieras…

Con la promesa de una conversación detallada, dejo a Javi y empiezo mi ronda. Me espera un largo día por delante y sólo deseo no cruzarme con Anna.

Como suele suceder en estos casos, basta que evites una situación para que te estalle en la cara. Veo a Anna entrar en la 405  y me escondo en el cuartillo del material, una pequeña sala donde guardamos parte del instrumental necesario, guantes, agujas, tubos, etc.

A mi espalda la puerta se abre. Es Anna, que parece haberme visto entrar a hurtadillas.

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*Gracias a los que habéis comentado ¡¡Siempre me gusta saber vuestra opinión y me sirve para mí!!! :*

*El formato que cuelgo no tiene problema de maquetación, pero por lo visto se descuadra al publicarlo. Siento lío en relatos anteriores.