"Llegó tu hora"... es lo que Prudencio escuchó y no logró entender. Miró con extrañeza a la máquina de control de entradas y salidas del personal. Habitualmente, tras dejar la impresión digital, o más bien, tras el reconocimiento de la huella digital al comienzo del turno laboral, o al término del mismo, tras apoyar la yema del dedo sobre la pantallita, la máquina emitía un sonido pregrabado con la expresión: "Gracias".
El día 17, a las 17 horas, cuando finalizó su turno, Prudencio se acercó a la máquina, como de costumbre. Apoyó el pulgar y le sorprendió lo que escuchó. "Llegó tu hora". No lo creyó. Se alejó 17 pasos, más o menos, y se desplomó. Cual presa que cae fulminante ante la bala del cazador.
Pedro Buda
2015
*Publicado en http://www.pebuwar2.blogspot.com.uy/2015/10/llego-tu-hora.html
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