Que haces cuando pierdes la cabeza por alguien que no sabe ni lo que quiere. No se decide, no contesta, evita tu mirada y tus palabras sobre unos sentimientos que no cesan. No muestra en ningún momento lo que siente, no deja que nadie perpetre su corazón. Todos dicen que está marcado desde que el engaño llegó a su vida tiempo atrás. Todos dicen que es alma noble y que siente, pero que teme. ¿Me teme? Si para el soy una persona a la que temer, quizás no me ame. Habladme voces, haced que mi alma se vuelva clara de nuevo. Le he dado todo, le he hablado de todo, le he hablado de los dos… Su respuesta después de años de puro y sincero amor… No… Su respuesta posterior… Besos… Y la posterior… No busques más de lo que hubo, pues no volverá a pasar. ¿Por qué entonces? ¿Por qué esta ficha que tú moviste primero, ahora se mueve por mí? ¿Tienes miedo de que irrumpa en tu vida como el primer rayo de la tormenta? ¿Tienes miedo de enamorarte de mí? ¿Acaso tienes miedo de perderme? ¿Acaso, todo esto es un espejismo que yo misma he creado? Me encuentro frente a ti una vez más, una vez más soy yo la que te saca las respuestas. A la fuerza dices venir a verme y a las espaldas me clavas el puñal del miedo y la desconfianza. Te quiero, pero eres el peor de mis males y el que me está rompiendo el alma en pedazos. Te quiero, pero jugaste conmigo, querías diversión pero no sirves para ese juego. Te quiero, pero no estaré siempre. Te quiero, pero solo la infinita distancia hará que me olvide de ti. Cambia tu mente, saca tus miedos y solo así mi dolor cesara.
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