Largo es el camino y todavía no veo su final, pero si bifurcaciones. Ando de una mano con la chica que conquisto mi vida, la que dio forma, esperanza, la que me entendia, la que yo podía ser yo mismo y la única que llego a saberlo todo de mi. Dos anos andando de su mano me di cuenta que ella miraba a otra parte, que a las dos semanas de empezar nuestra marcha su mirada hacia mi no fue un fuego avivador.
Tan bien la conocía que no me hizo falta avistar que pronto giraría de dirección para encuadrarse en otra donde estaba su deseado. Yo agarre fuerte su mano, caminaba a veces mas rápido, otras mas lento para ver que ritmo le gustaba. Buscaba frutos del camino, gaste el tiempo grabado en mi destino para hacerla feliz, busque consejos , pero ella quiso irse.
Poco después me cogio de la mano junto con la de su deseado, por cruel que imaginaba su descaro yo la quise, mas no podía vivir con ella.
Y entonces me converti en ella, y sin darme cuenta en mi otra mano estaba agarrada por una mujer que ilumino mi vida, que sabia lo que era el amor sincero y eterno, y que con ella mi vida seria relajada. Ella caminaba lento, no hablaba de nada y no aportaba nada nuevo, mientras que con la primera siempre aprendia algo, mas teníamos proyectos juntos. Con ella podía andar relajado, pero en mi interior se expandia vacio.
Fue entonces cuando mis dedos dejaron de apretar, sacudi mis manos y ande mas rápido mientras que me llamaban por detrás, gritando y llorando. Corri, y ellas me seguían, hasta que consegui perderlas. Al estar destrozado cai en la tentación de mirar hacia atrás, pero ambas ya decidieron desviarse por su ruta, y solo podía contemplarlas en la lejanía como seguían paseando.
Recorde que lo que tenemos mas que amar no es lo que hay a nuestro alrededor, ni lo que viene hacia delante, o lo que dejamos atrás…sino nuestros pies.
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