En estas turbias aguas habita el peor miedo conocido por el hombre. Una vez bajo ellas, con la lluvia ahorcando la paz, nunca podras salir. Ella traga toda tu luz, despertándo el pánico en tus ojos color sol que alguna vez vieron las estrellas en el amanecer de un nuevo día. Por la noche, solo te conviene rezar. Ya allí, enterrado bajo el agua, la cuál se convirtió en tu hábitat, nunca veras luz, ya no más.
Se desangra tu eco, que convierte a las burbujas en un paraíso de pequeñas historias próximas a explotar. Ya de nada servirá cargar tu arma, aquella que te prometió libertad cuando llegáse el final. Tocás fondo, y allí una silla de terciopelo te espera con un último banquete. Nadie para ver tu final, tan irreal como sublime. Te vistes, al terminar, pues la historia jamás la escriben quienes yacen en el fondo del mar.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales