Denunciar relato
Había sido un día muy duro, apenas si pudo vender unas pocas flores en su pequeño puesto. Estaba a punto de cerrar e irse a su casa y considerar el día como perdido.
De pronto la vio allí, había parado su auto justo en el semáforo, y era la mujer más hermosa que Fernando jamás hubiera visto. Tomo algunas flores y rápidamente corrió hasta ella. Se acercó a la ventanilla con las flores y una gran sonrisa, la mujer, Coquita, lo miro seriamente.
-No.- dijo arrancando el auto, dejando a Fernando en la calle con las flores en la mano.
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