III
Cruzamos los puentes y continuamos en silencio por unos kilómetros. Luego el viejo en la radio dijo:-Atenti señores, atenti señores.
-Aquí Coco, te escucho viejo –dijo el patrón-
-Están bien, repito, están ustedes bien.
-Positivo, positivo.
Así, volvimos a establecer comunicación de camión a camión. En realidad, se dio una comunicación donde cada uno intervino, no sólo los conductores, sino los acompañantes también. Rompimos el silencio inicial y dejamos escapar mil palabras, otras mil emociones y un sin fin de sensaciones más, todas increíbles.
A la hora y cuarto, exactamente, de ponernos en marcha nuevamente, avistamos un destacamento policial de caminos. Por lo que nos detuvimos. Bajamos de las cabinas, y fuimos a comunicar lo que habíamos presenciado al jefe de la seccional.
Los camiones quedaron con sus titilantes luces, nuevamente, a un costado del camino. Nosotros, por otra parte, minutos después de prestar declaración fuimos demorados, bajo cargo de: “estar ebrios, manejar en estado alcoholizado y padecer cierto estado de alucinación colectiva”.
* http://www.pebuwar2.blogspot.com.uy/2009/03/cuento-comunicaciones.html
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