El asesino de los bares nocturnos

Caía la noche atrayendo consigo una intensa niebla que cubría la ciudad, como si de un manto se tratara.

La noche se adueñó de mi y de mis pensamientos mas profundos y me llevo a cometer aquel horrible asesinato.

Las voces de mi interior no paraban de alentarme a continuar matando indiscriminadamente.

La primera vez, me costó bastante, me daban hasta nauseas.

Jamás me imaginé con fuerzas para cometer un crimen así, hasta supliqué por quedarme ciego para no caer en la tentación, pero los bares nocturnos y el modo de vida que llevaba, me arrastraban cada día a tomar terribles decisiones.

Me adentré en los baños con la intención de refrescarme y olvidar lo sucedido, pero allíencontré otra posible victima.

Clavé mi mirada en su espalda. Enseguida se dio cuenta de mi presencia y olió la muerte en el ambiente.

Echo a correr desesperadamente, pero antes de que pudiera escapar, abalancé mi 43 sobre ella y la aplasté miserablemente.

Sabía que ya nadie podría pararme. Me había vuelto un asesino en serie y juré que no pararía hasta que matara todas las cucarachas que a mi paso se cruzaran.

Las cocinas de los restaurantes estaban a salvo con mi presencia a partir de hoy.