Cada día espero tu abrazo, cada noche tú beso, espero a que me mimes como solo vos sabias, pero es entonces que me acuerdo que ya no te encuentras a mi lado, mama. La historia que voy a contar no es de tristeza, ni de fantasía, es del amor más puro que hay.
Me llamo Juan y tengo 23 años, soy ya un hombre con una buena carrera, pero desde hace tiempo que parece como si me faltara algo y se bien quién es.
Ya hace 4 años que perdí al ser que más quería, mi madre, pero no la perdí trágicamente, o eso pienso yo.
A mis 19 años me encantaba ir de boliche en boliche, tratando de llegar a casa más o menos temprano, pero ese día no tuve conciencia del horario y ahí fue donde ocurrió todo.
Tipo 6am yo me encontraba llegando a casa, con unas copas de más, no me podía apurar mucho, mi madre, ya preocupada, estaba esperándome en la puerta, muy enojada.
-¡Maaaa!-grite desde la esquina, pero ella no me respondió
Cuando ya estaba a una casa de distancia siento que hay una persona detrás mío
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales