Cada cierto tiempo comienzo a meditar en un tal vez o un quizás que cada vez se siente más cerca y al mismo tiempo bastante lejos. En la ideología de mi mente los razonamientos se agotan, buscando una solución e incluso entender de qué se trata lo que estoy haciendo; algunas personas me dicen loco por lo que he decido pero aun así mantengo lo que un día pensé y declaré.
La visión de fe, se ha intensificado con el reto que en un momento Dios me reveló, un día me hablo en mis pensamientos diciendo: “… y esto es lo que te envío”; las situaciones han cambiado pero mi confianza se mantiene. En otra ocasión me declaro: “no es el momento, necesito prepararte” y lo dijo a través de dos personas…
Sé que sientes, porque te has expresado con claridad pero, mantengo la promesa que un día hice en el cual me comprometí contigo aunque no lo supieras.
El amor que siento por ti, es algo increíble, incluso para mí pues siempre solía preguntarme qué se sentía estar verdaderamente enamorado y contigo lo descubrí.
Un te quiero se ha vuelto un algo aunque no signifique gran cosa. Es mejor que sientas un “te quiero” y un “me gusta” a que no sientas nada. Te pareceré tozudo y contumaz pero confió en las promesas que algún día en el pasado Dios me reveló.
También sé que ese sentimiento debe ser mutuo para que se origine el amor que transcurre en el tiempo sin limitaciones, sin obstáculos, sin remordimientos; un amor que sea puro e incondicional.
Podría presentar una analogía muy simple y carismática:
En el anochecer de un día al agua le fue revelado que la lava era su ayuda idónea, aunque el creyó, el otro elemento no sentía lo mismo. A pesar que cuando se tocaban o se encontraban todo se convertía en pequeñas vaporizaciones que siempre los impresionaba; la lava un elemento vivo y voraz que abre paso a través de su camino, libre y sin caudales ya que una vez que hace su acto de presencia los demás elementos lo observan como aquel resplandor único de la naturaleza, un espíritu artístico que erosiona todo a su paso.
Aunque el agua perdía su cantidad al tocarse con ella, no le importaba pues solo se encontraba completo cuando sus esencias impactaban. El agua entendió que el amor “todo lo soporta, todo lo cree, todo lo espera”. Lamentablemente un día la tierra y el aire comenzaron a conversar con el agua diciéndoles que estaba loco, pues la lava no lo amaba, se decepciono un poco de sus amigos más cercano pero aún se mantuvo creyendo.
Sin embargo el mismo día la lava al ritmo de las melodías del gran océano se expresó al agua, diciendo “soy una artista, un alma libre, con un corazón independiente, con gustos raros y sueños complicados… no sé si sea una buen elemento complemento para ti, o peor si haya algún elemento que entienda mi manera de ser”
El agua, se quedó bastante sorprendido porque recordaba que mientras se deslizaba costa abajo por las montañas mientras el sol decaía entregándole el turno a la noche él pensaba, en una pregunta muy simple, la cual correspondía a la respuesta que horas después su amada lava le daba. Al momento su semblante no cayo, pero al transcurrir las horas sus pensamientos no dejaban de darle vueltas al asunto y se entristeció un poco. Siempre entendiendo que su amada lava le acababa de dar un hermoso regalo, uno el cual lo enfrentaba con una realidad un poco fuerte.
Al llenarse de vitalidad cerca de un riachuelo meditaba y recordó aquellas promesas que algún día recibió, pero los zancudos de la duda comenzaron a atacarlo y poner sus huevecillos. En ese instante entendió que su amor echa fuera todo temor exterminando de forma súbita todos los zancudos, alejándolos tal cual repelente.
Aunque la lava no quería hacerle daño al agua. Él no se alejaría, porque su Creador un día le prometió algo y ha decidido creerle y no solo eso, sino el de aceptar, realizar todo los sacrificios por su amada lava.
Por último, el agua decidió grabar en una piedra lo siguiente:
“Mi amor por ti es incondicional, sin importar que no sientas lo mismo, tampoco que no te veas a mi lado, que hayas planeado un futuro en el cual me encuentre presente. No me importa, he decidido esperarte porque la única forma en la cual cambie mi pensar es que mi vitalidad se desvanezca con la muerte de mí ser… pero recuerda que existe una posibilidad de reencontrarnos en la tierra y cielo nuevo y sé que tomaré la misma decisión”. Te amo…
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