Crónica II (Una Rosa Negra)

"Dame una hoja de papel y un lápiz, rápido". Motivación, nunca me hizo falta. ¿De donde la conseguía? Ni yo mismo lo sabia. Solo cerraba los ojos y aparecía la "Sheccid". Un temeroso, sentido, y tal vez iluso escritor. Tu, frió, calculador, alguien que parecía no tener conciencia, ni culpa ni razón.

Jugar con la mente de los demás, manipular sus pensamientos, adentrarse en sus más oscuros pensamiento. Un juego para ti. Para mi, tal vez la peor sensación del mundo.

Llego el momento, era la hora. Si quería lograrlo, debía tener esa mente a mi disposición, saber de ella, lo que oculta, lo que calla, sus oscuros y tenebrosos secretos. Esta vez debía escribir no con tinta negra, debía ser sangre, sangre que me mostrara lo que buscaba.

Pluma lista, primer intento. Nada. Un segundo, la oscuridad entrada en mi mente. Un tercero, y nada. Casi lo había conseguido. ¿pero, donde falle?. Fue claro, su mente estaba vacía. Todo lo que tenia, estaba puesto sobre una libreta negra, tan negra como el vació de sus ojos.

Cuarto intento, lo logre. Casi pierdo el control, pero ya estaba dentro. Pero apenas había tocado la superficie. Cuando me di cuenta, estaba en un torbellino de oscuridad, perdido en el vació.

Como regrese, no lo recuerdo. Lo había logrado, no necesitaba más. Un Rosa negra había sido sembrada.