Dulce venganza
Por priscilla69
Enviado el 12/03/2013, clasificado en Intriga / suspense
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DULCE VENGANZA
Priscilla está sentada frente a frente con su esposo. Hace un frío atroz, incluso fuera está nevando.
Lleva puesto un elegante albornoz de toalla en color blanco roto y unas braguitas muy caras de la Perla.
El va completamente desnudo. Su única vestimenta, es la alianza de casado y una gruesa cadena de oro alrededor del cuello.
La estancia está prácticamente a oscuras, salvo por el leve fuego de la chimenea, que va iluminando por zonas el salón según quema la leña.
Ambos están jadeantes, pues acaban de consumar un acto sexual bestial.
A pesar de la edad de él, que es algo mayor, sigue dando la talla de vez en cuando.
Alrededor de ellos, y como quien no quiere la cosa, hay esparcidos diferentes artilugios sexuales, varios vibradores, unas esposas, restos de algún disfraz, etc.
-Estoy escocida por todos los rincones de mi cuerpo.
-Tú también me has dejado sin habla. Hemos follado como si fuera la última vez.
-Quién sabe. No podemos decidir cuando será nuestra última vez.
Responde de forma sensual, mientras se mueve en la chimenea un trozo de leña, y produce un ruido que hace que ambos den un respingo.
Ello provoca que Priscilla se eche de nuevo en brazos de su marido, y vuelva de nuevo a provocarle una fuerte erección.
-¿Ves como no era la última vez?
Rápidamente Priscilla se deshace de sus caras braguitas y sin siquiera quitarse el albornoz, se lo aparta, se sienta encima de él, con una pierna a cada lado y lo cabalga desbocadamente.
Un solo par de minutos les basta par correrse y caer al suelo estenuados.
Ella se levanta elegantemente y se aleja hacia el mueble bar.
Saca dos copas y vierte diferentes líquidos en ambas, mientras, el observa todos sus movimientos extenuado.
-Como una mujer tan bella y joven como tú, se pudo enamorar de un hombre como yo.
-Eres mayor pero tienes una incalculable fortuna.
Dice ella sonriente mientras le acerca la copa.
El, se la bebe de un trago. Ella da pequeños sorbos de la suya.
-Eres muy graciosa, e incluso creo que sincera
-Y tanto que si.
Dentro de poco seré la dueña de esta mansión, de las otras tres que tienes y de todo tu capital.
Y ahora si puedo decir, que esta si ha sido tu última vez.
-¡Que dices!
Exclama el marido mientras se está adormilando.
-Lo que te acabas de beber, no ha sido sólo whisky. Esta tarde me he entretenido en el jardín recogiendo unas flores de estramonio y haciendo una infusión para mezclarla con el whisky.
El ya está en las últimas. Dando el último suspiro. De pronto, le da un espasmo y se endereza unos segundos con los ojos muy abiertos.
-No te saldrás con la tuya. Tengo amigos hasta en el más allá.
Ni aún así, podrás apartarme de ti.
Este donde este, volveré para vengarme
Dichas estas palabras, cae de golpe y deja de respirar...¿PARA SIEMPRE?
Continuará...
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