Destruyan a los Parásitos. (Final).
Por Jaimeo
Enviado el 26/11/2015, clasificado en Ciencia ficción
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Un chispazo de su inteligente cerebro lo hizo dejar de apuntar y miró con curiosidad a la pareja que se aproximaban con lentitud, aparentemente querían comunicarse. Imposible, eran bestias destructoras, sin inteligencia ¿Qué podía hacer?
Enfocó sus bellos ojos azules a la faz de la hembra y quiso “escuchar” en su mente cuál era la intención de ellos. Sorprendido su cerebro capto claramente “Somos amigos, no temas”. Quiso apuntar y los animales se detuvieron, ¿Es qué son seres inteligentes? No, no podía ser, estaban haciendo desaparecer la vida del planeta.
Envió sus ondas cerebrales con un mensaje:
“ ¿Me entienden?”
Contuvo su respiración cuando en su cabeza oyó un rotundo SÍ.
“ ¡No puede ser! ¡Ustedes son bestias, una plaga para este planeta!”
“¡No, no, somos seres pensantes, igual que tú! –Respondieron simultáneamente– Es más, somos amigos de ustedes”.
No acertaba a comprender, desde siempre había estudiado a los gérmenes malignos y recorrían los planetas destruyendo la mala semilla y cualquier tipo de parásitos peligrosos para la vida.
Miró su pulsera que medía el oxígeno ambiente y con asombro comprobó que podía respirar. Se sacó la escafandra y llenó sus pulmones del aire perfumado por los vegetales.
La bestia rubia se tapó su cara y dio un paso atrás cuando miró al joven estudiante; pero el macho se mantuvo firme y le ofreció su mano.
“Te saludo, amigo del espacio. Somos de un grupo que trata de recuperar la naturaleza de nuestro planeta” –Mostró su pecho con un símbolo que recordaba al planeta visto desde el espacio.
Sentía temor ante las bestias, pero a la vez se encontraba confundido. Pensó y decidió dejar su arma en el suelo para ver la actitud de los parásitos, pero estos permanecieron quietos mostrando sus extremidades vacías. Una serie de explosiones le indicó que la nave guerrera había comenzado la eliminación de las bestias; los dos que tenía ante él se miraron sorprendidos.
“Lo siento, ha comenzado la eliminación de su raza destructiva” –Lanzó el pensamiento y con asombró vio que las horribles creaturas se abrazaban y lloraban.
El macho señaló un monte cercano, sin mirarlo tomó a su compañera de la extremidad y ascendieron. Mirted, sólo atinó a seguirlos y junto a ellos vio como una población era destruida por los rayos de la nave.
El estudiante llegado de tan lejos sacudió su enorme cabeza con su cerebro casi aflorando de su piel y COMPRENDIÓ. Sí, había comprendido el terrible error que estaban cometiendo con una civilización menos avanzada, pero con problemas ambientales.
Los abrazó en la colina y lanzó un mensaje telepático a la nave. Brevemente relató al Capitán sobre la desgraciada equivocación y se ordenó alto al fuego.
Lo bellos y grandes ojos de Mirted, húmedos por las lágrimas, miró a los hermosos ojos de aquellos que creyeron seres sin inteligencia. El dolor de los tres no necesitaba comunicación alguna para comprenderlo y entendieron que no estamos solos en el universo.
Así comenzó la tarea de titanes: recuperar la Tierra de los errores de los humanos, junto con un intercambio de conocimientos.
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