Solo espero oir tu voz,
susurrando mi nombre
en la oscuridad de mi espera.
Cada noche agonia interminable
que duerme el deseo en mi piel.
Sensaciones que despiertan
como por arte de magia
al pensarte, al imaginarte.
Pasion pura que se asegura
al tacto de mi cuerpo,
al seco sabor de mi boca.
Canción que suena melodiosa
trayendo tu recuerdo a mí mente.
Las manos que al escucharte
se sienten obedientes,
volviéndose audaces y complacientes.
Desnudan a su paso los placeres
que se desatan libres.
Que poder tiene el sonido de tu voz
que hechizo o conjuro,
que altera mi mundo entero
Navego en aguas agitadas,
embravecido río de caricias
que nace y muere en mis entrañas.
Tu canto de sirena embruja
la noche y ahoga en mi boca,
cualquier reclamo o reproche.
Dulce naufragio, que me ha dejado
anclada para siempre,
a las cálidas arenas de tu playa.
Soñadora
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