Denunciar relato
Desde ese día la llamaban “la del sábado” y se obsesionaron con eso y ahora todos en la clase decían que ambos tenían una relación. Ella siempre lo negaba pero él seguía la corriente, aunque a ella le disgustara su presencia el parecía disfrutar de su relación falsa y no tuvieron más opción que ser amigos todo por ese tonto juego.
Para ella era muy molesto el siempre la abrazaba en contra de su voluntad y le decía tonterías.
Y entonces el profesor les asigno un asiento diferente a todos en la clase.
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