Páginas

Cada palabra es un recuerdo, cada frase un sentimiento de una vida que pasa y que se acerca al fin de su párrafo mientras la escribo. Mis dedos son el destino y mis ojos son el Dios que los juzga. Que difícil que tus dedos trasmitan el sentir de tu ser, de tu vida, cuando tú mismo notas que ni sientes ni vives, que escribes y escribes solo para llegar al fin de la hoja y pasar página. ¿Para qué?, si el final del libro ya está escrito y no lo puedes cambiar.

        En la vida te dan un libro con un “Erase una vez..” al principio y un “adiós” al final ya escritos, por eso lo peor que nos puede pasar es que nos escriban páginas o incluso  el libro entero... convertimos vuestras vidas en fotocopias y perdemos el sabor de lo genuino, lo único, lo diferente….me acuesto cada noche dejando una página sin acabar, un renglón con una palabra sin terminar, en un libro en el que a veces me faltarían páginas y otras lo dejaría a medio terminar, pero que debo escribir  porque ese libro cada día pasa una página y el mayor temor que tenemos es que cuando ya no estemos alguien abra ese libro y este vacío, porque la vida se encarga de añadir líneas pero también puede  borrarlas hasta dejarlo vacío.