El Pavo, la Moneda y la Granja. (Fábula).

Andaba el pavo entre los matorrales buscando comida, de pronto vio una reluciente y hermosa moneda de un centavo. Alegre la cogió y pensó: “Ahora sí que tendré el respeto del resto de la granja”.
Esponjado de orgullo se paseó entre los animales, quienes con curiosidad vieron el brillo de la simple moneda y lo rodearon. El cerdo, exclamó:
-¡Oh, qué riqueza la de nuestro amigo! Vamos, vamos abrid paso.
Se inclinó ante la orgullosa ave, los demás le imitaron.
Con tanto alboroto, el mastín que dormitaba y que en su cuello llevaba un hermoso, valioso y brillante collar de púas, despertó.
-¿Qué ocurre? No me dejan dormir.
_Envidioso _ dijo el marrano, _ el pavo es rico, encontró una moneda.
-¡Ah, eso!  -Exclamó el perro guardián molesto por la alharaca, se encogió de hombros y siguió con su siesta.
De este modo un desplumado pavo continuó por largo tiempo siendo reverenciado por el resto de sus admirados amigos.

Moraleja:
En el mundo hay tantos pavos desplumados
Por tener una moneda más se ufanan,
Más idiotas son aquellos desgraciados
Se inclinan ante otros que un peso más ganan.