Vicky, a tus pies. (Parte I)

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05 de Mayo.


Vicky, mi diosa.


Era mayo, el sol mostraba los colmillos y tocaba de nuevo ir a clase. Ah, como odio las clases en verano, deberían prohibirlas. Levantarse ya cuesta de por sí como para andar 2 kilómetros hasta la universidad, me decía.


Era mi segundo año, el tiempo había volado. Hace un año no conocía a nadie y hoy era conocido por todos, podría decirse que era popular con los chicos, todos me saludaban, se divertían conmigo y pedían mi tiempo… Pero con el sexo opuesto era todo lo contrario, las chicas me veían, se reían de mis bromas e incluso alguna que otra me mandaba señales para que me acercara pero yo era tímido… muy tímido con ellas. Me sonrojaba con facilidad ante cualquier mínimo interés, empezaba a temblar y no tenía temas para hablar con ellas…

Para mí, eran un mundo distinto y por eso, mientras mis compañeros se deleitaban delante mío y presumían de sus ligues yo me escondía en casa y dejaba volar mi imaginación, soñando con ella, mi diosa.
Mientras los demás veían en mí, alguien “no” interesado en chicas, en mi interior ardía un fuego enorme cada vez que la veía… Victoria se llamaba, VI-CTO-RIA… incluso su nombre producía placer al deletrearlo…
Ay de mí, cuantas noches pasadas en vela pensando en ella. Si solo lo supiera.
Era alta, a ojo diría que medía 1,75, como yo, tenía el pelo de un color que no sabría describir, alguien normal diría que era castaña pero el cabello le brillaba de una forma extraña produciendo un efecto rojizo… y los ojos… dulces como la miel, pero no eran los ojos lo que destacaba en ella sino la forma de usarlos… su mirada, llena de sensualidad, me derretía… El resto de su cuerpo no se quedaba atrás, sus labios grandes y carnosos, sus pechos voluminosos, la forma de guitarra que formaba su cintura y por último sus largas y preciosas piernas… sin duda lo que más me excitaba de ella, curiosamente nunca le había visto los pies, siempre usaba zapatillas a diferencia de las otras chicas, pero eso me volvía aún más loco.


Desde muy pequeño había tenido un cierto interés por los pies femeninos. Al principio, solo me llamaban la atención y lo primero que veía en las chicas que conocía eran sus pies, pero a medida que pasaba el tiempo esa parte del cuerpo me empezaba a excitar más y más… Quería tocarlos, besarlos incluso masturbarme con ellos si fuera posible… pero por aquellos tiempos entre que yo no tenía éxito con las mujeres y entre que este tipo de fantasías eran tabúes no podía hablar de ello con nadie.


Ya llevaba bastante tiempo imaginándome a Vicky ofreciéndome sus pies, pero pronto iba a dejar de verla, ella se iba de intercambio tras el verano y yo me quedaba… Aquellas fantasías iban a acabar ahí…
-Ahh, maldita vida. - me lamentaba.
Y por si fuera poco, hoy lunes, los chicos de la facultad proponen jugar un partido de voleyball. Realmente no es que sea malo en los deportes, simplemente me molestaba empezar un lunes a las 8 de la mañana a correr por el gimnasio, no le veía sentido…
Nada más llego, cuatro equipos… ¡Dioses!, me ha tocado con Victoria, está en mi equipo…
La alegría duró poco, el balón volaba a nuestro campo, un compañero lo recibe con los antebrazos y lo coloca al centro donde no hay nadie… me dirijo para rematarla… ella salta también y me choco con ella en el aire… se cae… temo lo peor…


Tras el partido, empiezan las clases… me dirijo al vestuario de chicas con una amiga suya para ver si está bien y para disculparme… resulta que se torció el tobillo… ¡Oh, dioses del firmamento! La primera vez que la veo sin zapatos, sus pies se posan en el suelo, dominantes, ni blancos ni muy morenos, una tez media, sus dedos largos y preciosos y sin pedicura, me enamoré. La forma del arco de sus pies, sus tobillos regordetes… daría todo por besarlos ahora mismo, tras una hora de deporte… el olor debe ser angelical… Le pido disculpas… las acepta con una sonrisa picarona… ¿Sabe que me fijé en sus pies o sonríe así siempre?...


09 de Mayo.


Han pasado 4 días desde ese incidente, ya no puedo contener más mis ganas, ni mi excitación… debo hacer algo.


Durante ese fin de semana empecé a planear algo para el lunes… tenía que funcionar… pongo mi carrera estudiantil y mi popularidad en juego…


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