Sus dedos rozaron suavemente el contorno del ombligo, produciendo la primera oleada de calor que recorrió su cuerpo como un soplo de aire.
Siguió con la misma suavidad recorriendo el abdomen. Parándose solamente unos segundos en cada línea que marcaba su cuerpo, como si de un pincel se tratara, pintando con sus dedos las líneas de emoción que sentía ella en cada giro, en cada movimiento ascendente.
Ya notaba como se acercaba a los senos, su piel era el lienzo donde él, con sus dedos pintaba un hermoso paisaje de sensaciones, donde volcaba sus sentimientos. Donde abría paso a su ternura y al fuego que sentía latiendo en su interior.
Llegado a ese lugar, recorrió con la palma el contorno exterior del seno, sintiendo con la palma tanto la redondez como la suavidad…perdiéndose en una caricia en la clavícula.
Ella sentía cómo se tensaba la piel del seno, cómo el pezón poco a poco cambiaba de color y de tensión…. Hasta que en un momento inesperado, sintió un aliento suave y cálido que envolvió por un instante el pezón, antesala de un beso que estremeció desde la punta de su pezón hasta lo más profundo.
La inspiración suave y prolongada de ella se acompañó del movimiento de su mano, un arco ascendente al ritmo de su respiración, hasta llegar a su costado.
Mientras sentía cómo él hacía entrar en erupción el pezón con sus movimientos oscilantes, ella aferró por un momento su musculatura, tensa y húmeda a la vez, para después derramar lo que sentía a través de su mano, acariciando la espalda, volcando sus sentimientos a través de ese contacto.
Sus cuerpos iban poco a poco entremezclándose, el ritmo lo marcaba lo que cada uno sentía en ese momento… las caricias, las sensaciones percibidas a través de la boca de cada cual, posándose en diferentes lugares, ejecutando una danza circular a veces, otras sinuosa…
Él se separó momentáneamente, expresando en sus ojos la ternura y el fuego del deseo; correspondido por la mirada de ella, dulce y fogosa.
Bajó su cuerpo hasta los muslos, donde inició otra danza; manos y labios ejecutaban movimientos que poco a poco lo iban acercando a uno de los tesoros más anhelados.
Paró brevemente para mirar la vulva, admirar su forma y su color ya cambiados… y con una caricia de las manos, posó su lengua en ella.
Con sumo cuidado separó los labios y comenzó otra danza, electrizante, profunda y suave, dirigida por los suaves contornos de la lengua, ejecutando un sinfín de vueltas, subidas y bajadas; la candencia de sus sentimientos, de la respuesta que recibía en sus movimientos y sonidos.
Ella inspiró profundamente, su cuerpo se llenaba lentamente de las más maravillosas sensaciones, a cada momento se hacían más y más profundas, su cuerpo se movía al son, se arqueaba y oscilaba.
La energía era cada vez más intensa, el fuego se expandía por todo su cuerpo, las sensaciones se entremezclaban con destellos intensos aumentando poco a poco, llenándola ya intensamente hasta que por fin la energía y el placer explotaron…. Derramándose por todo su cuerpo y su mente la más maravillosa sensación y luz que puede llegarse a sentir. Agitando convulsamente el cuerpo al son de las ondas de luz y placer que inundaban su ser.
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