Jamás me cansaré.
Por Afrodita desahogada
Enviado el 30/12/2015, clasificado en Adultos / eróticos
8987 visitas
Allí estábamos. Un año de relación y nunca me cansaba de sus caricias, sus abrazos y sus besos. Sabía como llevarlo a mi territorio, la ciudad era grande y no podía haber gente en todas partes. Con disimulo lo llevo a algún sitio escondido y nos sentamos inocentemente a hablar. Y hablamos hasta que sin previo aviso yo me siento sobre su regazo y empiezo una danza con su lengua y la mia, caricias por su torso y su cuello, mientras él lleva sus manos a mi trasero y a mi se me esapa algún débil gemido.
-Shh, aquí nos puede ver alguien...
-Pero si vamos a tu casa no...-le digo con una sonrisa traviesa. Él me responde con una simple mirada, nos levantamos y vamos hacia su piso. Subir esos tres pisos que separan el suelo de su casa es como una tortura, y en cuanto la cerradura de la casa cierra la puerta detrás de nosotros me abalanzo sobre él y empiezo a besarlo con toda la pasión que tengo en lo más profundo de mi ser.
-Se te ve con ganas, ¿eh?
Procuro no sonrojarme, y simplemente le respondo entre risas que se calle. Vamos hacia el salón, caemos en el sofá y me siento a horcajadas sobre él. Él introduce las manos bajo mi falda y maldice mis medias mientras yo le muerdo levemente el labio inferior. Me quito la camiseta mientras él se desabrocha su camisa y mientras beso todo su cuello muevo mis caderas y siento su erección por encima del pantalón. Es realmente excitante.
-¿No crees que la cama puede ser más cómoda? -le pregunto dándole a entender que lo que llevamos se me queda corto. Me coge de la mano y me arrastra al dormitorio, en donde me tira sobre la cama. Me baja las medias y aún con la falda puesta, sus dedos comienzan a jugar con mi clítoris. Siento un calor que empieza a invadir mi cuerpo y tan pronto como se acelera mi respiración y mi espalda se empieza a curvar se detiene. Me incorporo para besarlo, me quita el sujetador, y tan pronto ha acabado de hacerlo veo una sonrisa en su cara antes de que baje unos centímetros y hunda su cara entre mis pechos. Justo después, comienzo a notar su lengua recorriendo uno de mis pezones y puedo notar como mi humedad crece cada vez más.
Lo separo de mi y hago que se siente en el borde de la cama. Es mi turno. Le desabrocho los pantalones y mientras se los baja aprovecho y me quito mi falda. Me arrodillo ante el, saco su miembro de sus boxers y lo acaricio un poco antes de metérmelo en la boca. Adoro escucharlo gemir mientras mi lengua recorre su pene cada vez más erecto, pero la venganza es dulce y yo pienso hacer como él, así que no lo voy a dejar correrse tan fácilmente. Me detengo y vuelvo a meter su falo en los calzoncillos. Él me mira atónito y yo le devuelvo la mirada con una sonrisa de superioridad.
Entonces empieza la cuenta atrás: me pongo de nuevo a horcajadas sobre él y ambos nos recostamos en la cama. Una vez más vuelven los besos apasionados y siento como nuestros sexos se rozan mientras los separan unas finas telas de la ropa interior. Entonces él me agarra de las caderas, me aparta, me quita las bragas y procede a ponerse el condón. Me acerco a él y entonces me hace levantarme, me pone contra la pared, y mientras noto su duro pene contra mi culo me susurra:
-Hoy me torturaste mucho, así que no esperes piedad por mi parte ahora.
Me giro, lo tiro en la cama y me coloco sobre él. Me introduce su falo poco a poco mientras estimula una vez más mi clítoris y cuando está completamente dentro empiezo a mover mis caderas. Al principio suave, pero al cabo de un par de minutos aumento el ritmo y me restriego cada vez mas. Empiezo a gemir y a arquear la espalda. Le pido mas, necesito mas. Necesito sentirlo por completo. Él empieza a moverse también con más brusquedad. Mis gemidos están a medio camino entre un grito leve y una súplica para que me de todo de si, y tras decir su nombre, el clímax se apodera de ambos.
Me recuesto a su lado y lo miro.
Después de un año, creo que jamás me podré cansar.
------------------------------------------------
¡Hola! Soy una escritora primeriza y me quise atrever con un relato de este tipo. Espero que os haya gustado y os agradecería mucho vuestros comentarios, ya que es lo primero que subo :).
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales