Todo cambia con un te amo.
Por M.J.
Enviado el 22/01/2016, clasificado en Amor / Románticos
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Te amo.
Fue el texto que recibió. En ese momento su mundo dio vuelta. Tenía un año de estar saliendo con esta chica, que él decía, era perfecta. Aunque todos sabían que eso no era cierto, incluso el. Sin importar esos comentarios, Jacob la trataba como una delicada flor, como nunca antes trato a una mujer en su vida.
Emma, se había armado de valor para enviarle ese texto. Tenía un año de estar felizmente casada. Solo que Emma, no encontraba lo ¨feliz¨ en esa oración. Pero sabía que era lo mejor que había hecho… por lo menos eso creía ella.
Todos sabemos que a lo largo de nuestras vidas tenemos diferentes tipos de amor. El primer amor, alrededor de los 13 años, el amor platónico, alrededor de los 17 años. Generalmente el amor platónico es una persona mucho mayor que nosotros, o un artista. El verdadero amor, ese se presenta alrededor de los 22 años y siempre se vive una relación intensa con este amor, inolvidable, apasionada, astral. Y está el amor pensado. Este tipo de amor es el de los 29/30 años. Se ve las cualidades de esta persona y se comparan con las de uno para ver el nivel de compatibilidad. Se hacen planes a futuro, y se toma la decisión de casarse para obtener algo material a cambio. Sean casas, automóviles, dinero, etc. Al casarse uno hace un equipo con esta persona, y ambos luchan por las mismas cosas. Eso hizo Emma, agarro los pedazos de corazón que todavía tenía, y encontró a alguien que la ama, realmente la ama y la cuida. Pero el error que cometió Emma, fue no haber hecho esa lista con cualidades, otro error fue no haberse tomado el tiempo necesario para procesar su perdida, solo huyó, de lo que ella llama dolor. Idealmente hay que casarse con el ¨verdadero amor¨ para no dañar a terceras personas, sobre todo cuando pensamos que es amor pero en realidad no lo sentimos.
Te amo.
Jacob, no podía dejar de leer ese texto. Qué diablos quería decir Emma con un ¨te amo¨ Se habrá equivocado? Eso era lo que más quería Jacob. Él ya estaba bien con su vida, estaba siendo ese hombre decente, respetuoso. Se había convertido en lo que llamamos, un hombre de familia.
Al otro lado del teléfono, estaba Emma, leyendo el estúpido texto que había mandado. Lo leía y no obtenía respuesta. Una parte de ella pensaba que era lo mejor. Jacob es feliz, Jacob tiene una buena mujer. Jacob está estable. Qué demonios hice!!!
Esa tarde Emma estaba sentada sola en la plaza. Una plaza a la que solo fue con Jacob. Era de alguna manera un lugar ¨secreto¨ y prometieron nunca llevar a nadie ahí. Lo cumplieron.
Qué pretendes con decirme esto? - Decía la respuesta de Jacob.
A Emma se le detuvo el corazón, no sabía que responder. Sus pensamientos fueron miles, decirte que te extraño, decirte que nunca quise que nos alejáramos, decirte que eres lo que necesito en mi vida, decirte que te amo con locura, que eres el estúpido amor de mi vida, que quiero pasar mis días contigo, que quiero verte al amanecer cada día de mi existencia, que eres mi mejor amigo, que odio a tu novia, que odio no haberte besado el día que viniste a buscarme, que odio no habernos dado una décima octava oportunidad, que mi vida entera te extraña, te anhela, te desea, te ama, que quiero correr a tus brazos, que todo lo poco que tengo es real, que cometí un error en mi vida, que cada día te pienso…
Emma respondió el texto con un ¨lo siento, fue un momento de debilidad, feliz día.¨
Jacob quedó atónito con la respuesta. Él estaba listo para salir corriendo a buscarla si ella lo hubiera escrito. Se molestó, la detesto por jugar con sus sentimientos y pensamientos. Siempre es lo mismo, se repetía una y otra vez. Siempre manda estúpidos mensajes en sus estúpidos momentos de debilidad. Es una tonta! Emma le dolía por todo su cuerpo, lo debilitaba, lo deprimía, lo desesperaba. Jacob amaba a esa mujer con locura, así como nunca amo a otra antes, y como no volverá a amar jamás.
Emma no sabía qué hacer, se quedó esperando una respuesta. No sabía si decirle lo que realmente pretendía con ese mensaje o si dejarlo así. No sabía qué hacer. Como iba a saberlo, estaba enamorada de su ex novio!!
Jacob se quedó esperando algo más, un milagro, una respuesta diferente, su mente empezó a recordar esos momentos en la cama cantando, soñando en una vida en un país de Europa, sus noches de películas, las únicas dos cenas románticas que tuvieron. Recordó que en la segunda cena romántica Emma le pedía regresar con él. Él dijo que no en ese momento. Recordó esas noches de karaoke y baile en casa. Supo que había perdido una buena parte de su vida y que nadie iba a poder llenar ese hueco. Por otro lado Emma, lloraba, realmente lo extrañaba. Ese estúpido hombre que le hizo pedazos su corazón era el estúpido hombre con el que ella quería estar. Ella estaba segura que su amor hacia él había acabado, pero que equivocada estaba. Que equivocada estaba en tantos aspectos de su vida. Que equivocada estaba con su idea de matrimonio, que equivocada estaba con respecto a una vida estable, que equivocada estaba con la idea de una familia feliz. Ella tuvo una familia feliz, loca, pero feliz. Mejor que la que dice tener en estos momentos.
Ok. – fue la respuesta de Jacob. Ella la sintió tan fría y despectiva. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Jacob estaba destrozado. Ambos estaban tristes, deseosos de verse, con el corazón latiendo a mil por hora. Los dos estaban enojados por la estúpida situación que vivían.
¨Amor, ya vienes por mí? Necesito estar contigo!!! Te amo tantoooo¨ - fue el texto que recibió Jacob de la que era hoy su novia.
Lo único que sintió fue obligación, compromiso. Suspiro, recapacito y se dijo que ella era hoy su novia y que tenía que respetarla. No podía dañarla, ni jugar con sus sentimientos. Ella no se lo merecía
¨Princesa de mi vida, muñeca hermosa, eres lo mejor que me ha pasado en vida¨ - Leyó Emma. Su esposo la estaba halagando y según él, enamorándola. Emma se sintió de la patada, suspiro y sabía que tenía que responderle de manera cariñosa y feliz.
¨Si mi vida, en este momento llego¨ - respondió Jacob
¨Mi amor! tu eres lo mejor¨ - respondió Emma.
No dejo de ver su teléfono, y borró los textos. Ella ya no le pertenecía y él no le pertenecía a ella. Eran dos extraños que sabían los secretos más ocultos de sus almas.
Jacob borró los textos. Sonrió al recordarla. Besaba demasiado que lo desesperaba, pero que besos más deliciosos le daba.
Te amo Emma, pensó Jacob, mientras Emma dijo en voz baja, te amo Jacob.
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