Llegué al mundo reclamando lo que me pertenecía. Los abrazos, caricias y un poco de atención. Solo buscaba la atención y no me importaba reclamarla, es más era un derecho.
Hemos llegado a un punto en el cual parece que pedir está de moda y ahora la que no se atreve a pedir soy yo, con el paso de los años mi voz se ha vuelto muda. Los llantos son increíbles silencios que se preguntan el por qué no hablo, no vivo o no expreso.
Ese horrible sentimiento me come por dentro.
Estamos creando un mundo sin alma, sin empatía; mi silencio se debe a no querer dañar, estamos creando un mundo sin mundo,en el cual vivimos el presente, decimos las cosas tal y como nos vienen a la mente sin pensar el daño que causamos, un mundo en el cual si tiras al de al lado para poder subir está bien hecho; el fin justifica los medios.
Pienso que lo bonito de la vida es la ilusión, unirnos, no separarnos más, sin envidias, sin rencores, sin derribar a nadie. construyendo y no derribando.
Tal vez ayer fuiste el niño al que robaron la pelota, al que pegaron; pero por favor que eso no te convierta en el abusón hoy....
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