Maddie... haré lo que sea. (1)

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Antes de seguir con esta mini "saga" - "Maddie..."

Quería agradecer sus comentarios, lecturas y buenos deseos

Les deseo unos "Húmedos Sueños" ;)

*Recuerda Encuentra los Capitulos anteriores en mi perfil*

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Sin que nadie de nuestras familias, y/o amigos se enterará comenzamos a salir como una pareja normal, íbamos al cine, de vez en cuanto al parque de diversiones, y también decidí ser más caballero con Maddie, ya que nuestras primeras semanas  solo la “empotre” para tener sexo, quería enmendarme. También le pedí que fuéramos novios… ya que ella se sentía mal al no ser prácticamente nada.

 Recuerdo que ese día fuimos a una piscina bastante solicitada en la ciudad, la entrada al lugar era bastante cara y preferimos ir un día de semana por lo que no había mucha gente. Ella usaba un bikini, pero la verdad es que más que sexy se veía como una adolescente, era de color azul con puntos blancos, y en vez de la tanga común, era una faldita cortísima de vuelos a juego; debido a su estatura cualquiera pensaría que yo era un asalta cunas, sin embargo no me importaba.

No me describiré, yo parecía alguien normal con un traje de baño común de color negro. Le enseñe a nadar, lo que me sirvió para rozarla cuando quisiera, de la poca gente que había la mayoría eran parejas por lo que cada dúo andaba en su royo y no se metían con nadie, nos fuimos a sentar al pasto bajo la fresca sombra de los árboles, estiramos nuestras toallas, y un mantel mediano para la merienda que Maddie había preparado. Estábamos lejos de la gente, por lo que la hice recostarse junto a mí, lo suficientemente cerca como para levantarle la parte superior y dejar respirar sus senos, ella decía constantemente que nos pillarían, pero la verdad es que no se negó a mis caricias; Lamí sus pezones, se puso roja, como si hirviera.

Tuve que dejar hasta ahí mis acciones, ya que un salvavidas venía caminando en nuestra dirección, dudo que haya visto algo, pero no había que meterse en problemas. Ella se recompuso y se puso su bikini correctamente, sus mejillas seguían rojas.

-Debes tener más cui-cuidado- titubeo.

-No quiero tenerlo- dije tomando un trago de mi bebida.

Miró hacía lo poco de piscina que se lograba divisar –Comprendo cuando estamos en casa… pero en público…-.

La quedé observando un rato – Volvamos a la piscina mejor-. Necesitaba apagar mi erección.

Seguimos hasta más o menos las 18:00 hrs en el parque acuático, paseamos por la ciudad un rato, luego iríamos a un motel accesible y luego a casa. Tomamos un taxi, pero nos bajamos una cuadra antes de un Sex Shop cercano, quería comprar algo de vaselina y alguna que otra entretención adicional. Mientras mirábamos cada cosa de la extensa tienda Maddie se voltio hacia unas voces cercanas que le parecían familiares, cuando miré resultaban ser Marco y Sofía. Le dije que se escondiera rápido, se metió en un vestidor y yo me dirigí al mostrador pidiéndole a la vendedora unos condones y vaselina. Ellos me saludaron inmediatamente, correspondí, bromeamos un poco y les dije que me juntaría con una chica así que no llegaría a casa; Marco me dijo que él tampoco pasaría la noche en casa, me alivie ya que no notaría que su hermanita no dormiría en casa, compraron condones, unos disfraces y se fueron.  Debido al susto decidí comprar algunos tragos para calmar nuestros cuerpos, y partimos al Motel.

Llegamos, pasamos a recepción, pagué la noche completa y una trabajadora nos guío a nuestro cuarto; Estaba adornado de detalles dorados, muchos espejos y todo teñido de rojo. Ella delicadamente se sentó en la cama, estaba nerviosa, serví una copa de néctar con vodka y se lo entregué, bebió un poco y luego se dispuso a inspeccionar el cuarto con la mirada. Descubrí que no había baño en la suite por lo que debíamos ir al pasillo si lo necesitábamos acudir al servicio, me quite la camiseta, la besé suavemente, ella correspondió y ya que teníamos toda la noche nos conformamos por comenzar nuestra escena con caricias, besos y arrumacos; nunca habíamos tenido tanto tiempo para nosotros. Le quite la ropa con audacia, y luego de darle un poco de placer con sexo oral, la puse en cuatro patas para que experimentara su primer anal.

Su carita roja me prendía mucho más que verla deseosa de sexo, levante su trasero, llene mi dedo índice del líquido que me ayudaría en mi tarea, besé su culo e introduje mi dedo en su ano, ella se quejaba pero aun así me dejó continuar. Introduje mi miembro, era tan cerradita, me recordó a cuando lo hicimos por primera vez; comencé a moverme despacio, ella lloró un poco pero poco a poco cedió completamente ante el placer, el preservativo ayudaba con la movilidad dentro de su culito. La deje reposar unos minutos después de venirme en su trasero, tuvimos una lucha de lenguas que volvía a parar mi verga; Estuvimos así un rato y como le seguía doliendo, le pedí que me hiciera una felación, ella se acercó y cumplió su labor perfectamente.

Cuando estábamos descansando escuchamos gritos de placer de la pareja que ocupaba el cuarto de en junto, eran salvajes, gritaban como si fueran los únicos animales de la jungla apareándose...


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