La sombra del Barón Rojo

La sombra del Barón Rojo
Una canción de la guerra fría.

Ashtung!:

Al término de la centuria, sobre el claro cielo azul de Alemania,
un extraño y olvidado sonido habría de cortar el cielo,
un poderoso pájaro rojo, cuyo motor 750,
era comandado por un hombre de inimitable pericia e increíble audacia.

Era el Barón Rojo, a quien más de 18 pilotos intentaron derribar sin éxito.

Pero doquier que un rey, otro lo destrona. Y ése fue, John Chavelo,
enlistado en los barrios bajos de la frontera sur.

Aún niño soñó la plateada tarde, de una cita reclamada en el horizonte,
una afrenta insolente para un invencible.

El granjero rebelde nunca ambicionó regresar del firmamento solitario,
le bastó imaginar, franquear el paso de la escultura legendaria, del inmortal.
Sabía que una ofensa tal el Barón no podría ignorar.

Pero en verdad Solo uno podría volver a tierra.

Y ése fue, el hijo de un campesino: John Chavelo.
Sobrevoló Berlín a campear al de sangre azul en un Mig construido por manos obreras,
y cuyo estruendo enmudeció al orgulloso Barón Rojo.