PERSEGUIDA Y VENCIDA
Por Eneksari
Enviado el 28/01/2016, clasificado en Intriga / suspense
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El temor que sentía, anulaba mi razonamiento.
Corría sin cesar, sin querer mirar hacia atrás, por el pavor que se infiltró en todo mi ser.
Percibía movimientos a mi alrededor, escuchaba el crujido de ramas al ser pisadas, algún ser me rozaba y esas horribles sombras, inmensas que se retorcían, con movimientos tan grotescos que me hacían temblar y por momentos me sentía más acorralada. Me querían atrapar, torturarme, seguramente descuartizarme, o enterrarme viva. Nada bueno de este lugar tan tétrico.
El miedo, me atenaza, pero me mantiene con todos los sentidos en acción, corro sin dar un respiro.
Algo me sujeta las piernas, quedando tirada en el suelo, a merced de esta maldad que quiere apoderarse de mi. Lucho desesperadamente por soltarme, me retuerzo, me estiro e intento romper lo que sea que me sujeta, pero no hay forma de soltarse, estoy atrapada, mi cuerpo tiembla sin parar, parece que me va a dar una convulsión, siento que me falta el aire, pienso que ha llegado mi fin.
Se están acercando, escucho sus respiraciones, el corazón me palpita alocadamente, siento un frío inmenso y estoy totalmente paralizada, apenas puedo respirar, abro la boca desesperadamente para que entre aire en mis pulmones que están a punto de estallar.
No puedo moverme, ya no, mi cuerpo no responde, un sinfín de imágenes, muy veloces, se cruzan por mi mente, estoy atrapada, el terror me supera, y ya apenas veo.
Puedo escuchar otros sonidos, una mezcla de murmullos, quizás también gritos y aullidos espantosos.
Pasos rápidos muy cerca, quiero fundirme con la tierra, desaparecer dentro de ella. Estoy perdida.
- ¡ Te pillé ! - Me has hecho correr mucho. - ¿ Me estás escuchando?- ¿qué demonios te ocurre?
- ¡Levántate ya!
- Roxana, ¿ te encuentras bien?- ¿ Te has caído?
- Deja ya de asustarme y vámonos, que nos están esperando, el paintball, ya ha terminado y tú aquí descansando.
Roxana, apenas podía articular palabra,se levantó con cierta dificultad, desorientada y silenciosa. Como una autómata, seguía los pasos de su amigo, el cual le estaba haciendo un extenso relato de las normas del juego, que “ella”, no había respetado.
Pero Roxana, tenía algo más importante en qué pensar. - ¿Qué es lo que he vivido?- “ha sido tan nítido, que aún estoy atemorizada”.¿En qué momento crucé la frontera entre el juego y el terror que he padecido?
“Quizás, no fue un juego” quizás fue....que me venció el miedo...
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