ESTO ESTÁ PASANDO EN TODO EL MUNDO.

Jonny no fue el primero en darse cuenta de que las cosas estaban cambiando en la ciudad, y en el mundo entero, pero al menos si fue el primero que se atrevió a decirlo en voz alta.

-¡Óiganme bien! Esta ciudad se está llenando de gente extraña que no había visto antes! ¡Se los digo yo!-

No era un secreto que Jonny estaba ebrio pero la gente en el bar, desde el más sobrio guardo silencio para oír lo que ellos mismos pensaban hacia algún tiempo.

-Esta este tipo, mi vecino, un hombre apagado, sin mucho garbo, que desde que lo conozco saca a su perro a pasear todas las noches a la misma hora. Y de repente un día, mi vecino ya no es el mismo que era antes. Hala a su perro para llevarlo a pasear, el pobre chucho asustado, y mi vecino tiene ese brillo rojo en sus ojos. Todo mi instinto me dice que no es el mismo tipo.

Murmullos entre las personas que empiezan a acercarse a Jonny.

-Luego está tu tía, la fastidiosa tía que te visita una vez al mes para enterarse como está tu vida y poder contarla a alguien más. Resulta que un día llega a tu puerta una mujer con la ropa de tu tía, con la cara de tu tía ¡Pero no lo es! Tiene ese brillo diabólico en la mirada.

Tales comentarios hubiesen provocado risas a la gente si se tratase de un año atrás, cuando las cosas eran normales. Ahora, los hombres y mujeres en el bar empezaban a estar inquietos. Jonny continuó.

-Ya no puedes caminar por la calle o almorzar en un restaurante sin encontrar a estas personas, estos impostores.

-Es cierto-dijo alguien en la penumbra y le siguieron varios gritos de afirmación.

-¿Y por qué nadie no ha hecho nada?-cuestionó Jonny, que en su vida nunca había sido tan popular-pues porque empezaron lentamente, estos impostores han ido remplazándonos poco a poco.

-¡Es cierto! ¡Es cierto!

-¿Y por donde creen que empezaron? Estas cosas que se visten como seres humanos, empezaron con el gobierno. ¿Han visto la cara del presidente hoy día? ¿Les parece que es el mismo tipo del año pasado?

Justo en ese momento alguien abrió la puerta del bar. Eran dos hombres altos y musculosos con el uniforme de policía. Rostros pálidos, ojos brillantes. Los presentes callaron y solo se escuchó al hombre de la televisión hablando sobre el extraño comportamiento del clima.

-¿El señor Jonny Crucero?-habló uno de los policías con tono neutro-acompáñenos, por favor.

Jonny estaba ebrio y se sentía particularmente valiente y molesto como para comportarse sumisamente.

-¿Cómo es su nombre, oficial?-preguntó Jonny haciendo caso omiso a las esposas que le mostraba el hombre con el uniforme de policía.

El hombre vaciló un momento en responder- Mi nombre es Vicente.

-¡Falso! No tengo dudas de que hay un policía en esta ciudad que se llama Vicente y que tiene la misma cara que tú, o por lo menos lo hubo alguna vez, pero ese no eres tú- el dedo índice de Jonny apuntó a la cara del enorme sujeto.

Un grupo de hombres del bar fueron y se colocaron a su lado como un par de guarda espaldas.

-¿A caso se han vuelto locos?-dijo uno de los policías- Este sujeto es sospechoso del homicidio de su tía. ¡Acompáñenos por favor!

Jonny se rio a todo pulmón, cuando terminó pudo hablar claramente.

-Esa cosa no era mi tía, la acuchillé y la acuchillé pero no se moría. ¡Ya estaba harto de que se hiciera pasar por ella!

-¡Bien hecho!-gritó uno de los hombres a su lado.

-Están locos, todos ustedes están locos-dijo el policía sacando su arma. Su compañero hizo lo mismo-Ha confesado, Jonny crucero está usted detenido...

Una botella de licor fue lanzada y se partió en la cabeza del policía. Este disparó y el caos empezó. Hubo más disparos, botellazos, cuchillos. Al final solo quedaron de pie los dos policías, sangrando. Jonny y dos tipos más habían huido.

Al día siguiente el bar estaba como si nada hubiese pasado. Todo estaba en su lugar, las personas disfrutaban pasando un buen rato, impecables, sanos sin ninguna herida. En sus ojos tenían un brillo rojo y cruel.