Lo que más me gusta
Por siempretuya
Enviado el 04/03/2016, clasificado en Adultos / eróticos
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Lo que más me gusta es verte así, desnuda en la cama, abierta de piernas, con el sexo húmedo esperándome, latente; ver tu pubis depilado, suave, tus ojos fijos en mí; poder sentir desde aquí el aire que se escapa de tus labios cuando gimes y saber que todo eso…es por mí. Ver tus pechos endureciéndose, tus pezones que se erizan, la mirada que se te nubla de rabia e impaciencia porque estás atada, indefensa, pero a la vez disfrutas de no poder hacer nada, de tener que esperar a que yo quiera hacerte mía.
Disfruto tanto de esta estampa que la llevo grabada en la mente, cuando no te tengo te veo en mi imaginación así, tal cual estás ahora y se me pone igual de dura. Tienes ese efecto en mí, haces que quiera hacerte cosas que con ninguna otra pensaría hacer. Disparas mi nivel de lo posible e imaginable a algo tangible y real, contigo todo es “sí”.
No voy a ceder, por más que me ruegues con la mirada o con tu cuerpo, sólo te la meteré cuando yo no pueda más, hoy mando yo…aunque también me cueste dominar mis ganas, mi lado salvaje y dominante hoy no te dejará doblegarme…me has dado permiso y me lo he tomado todo. No necesito que me digas lo que necesitas porque te lo veo, te salen las ganas de que te penetre por todos los poros de la piel…pero no…hoy tengo otra misión… hoy te vas a deshacer sin que te la meta a penas… ya verás.
Y así, poniéndome entre tus piernas, aspiro el olor de tu sexo, de tu cuerpo, de lo más íntimo que tienes y que tanto me gusta saborear; se abre para mí en cuanto nota mi cálido aliento seguido de mi lengua que, recorriendo cada uno de tus pliegues, hace que te retuerzas como un animal enjaulado. No puedes cogerme del pelo, no puedes apretar mi cabeza contra tu sexo… y eso me pone…yo marco la intensidad que por ahora es suave, te chupo con los labios como si fuese un helado derritiéndose en verano, y cuando ya te he succionado el clítoris y está duro meto mi lengua en tu interior. Eso hace que tus caderas se muevan rápidamente hacia mi boca y todo tu flujo me llene de golpe, te saboreo y me encanta.
Meto y saco mi lengua varias veces cada vez más rápido, como si fuera mi polla la que se clava en tí y tu cuerpo responde con secos movimientos que chocan en mi cara, y me gusta, tu húmeda cavidad está empapando de tí todo mi rostro, dejo de moverme y espero a que lo hagas tú, y no fallas… por unos instantes en los que te vuelves loca dejo que me folles la boca, que seas tú la que te lances y te restriegues en mi boca mientras yo te saboreo y te lamo cada vez que te acercas… hasta que empiezas a acelerar la respiración y el nivel de tus gemidos e insultos sube de tono.
Eso me la pone más dura todavía y hace que me llegue a molestar, ver como mi lengua hace que te retuerzas y no poder follarte me pasa factura… así que me la cojo y empiezo a subir y bajar mi mano por mi polla, necesito aliviarme para castigarte como te mereces, no pienso desatarte para que me toques, así que cierro tus piernas y de rodillas delante de tí, me toco mientras me traspasas con la ira de tus ojos, me da igual, pongo mi mejor sonrisa fanfarrona y me corro derramándome en tus piernas sin pensar si te importa o no…te conozco.
Abres los ojos como platos al ver mis gotas en tu piel, está caliente. Con mi dedo recojo un poco de mi semen y te lo pongo en los labios…no tardas en sacar la punta de tu lengua y lamerlo y saborearlo….ahora ya sabes a mí. Humedezco tus tetas con mi líquido aún templado de la punta de mi pene, están suaves y hacen que mi erección se reavive en un instante, y después saboreo mi propio sabor en tu cuerpo… perfecto.
Me acomodo entre tus piernas que se enredan en mi espalda y buscan un roce de tu coño con mi erección… un roce que no pienso concederte. Elevo mi trasero para que no puedas acceder a mí, resoplas y yo de nuevo…sonrío. Para aliviarte introduzco dos dedos en tí, no los saco, los hundo más, todo lo profundo y fuerte que puedo, y noto la presión de tus músculos alrededor de mis dedos. Vuelves a moverte como si estuvieras follando para que los saque y los meta… pero tampoco pienso darte ese gusto. Después de chuparte y morderte los pezones vuelvo a poner mi boca en tu sexo, con mis dedos dentro haciendo movimientos de presión…no aguantas…vas a estallar…lo que no sabes es que no puedo dejar de saborearte…soy adicto a tí, pero eso nunca te lo confesaré.
Después de tres hijodeputa y mis tres azotes a modo de reprimenda, tu culo está rojo y pienso que chupártelo te aliviará. En ello estoy cuando saco mis dedos de tu interior, y mojados de tu flujo y resbaladizos, meto uno de ellos en tu culito. Ahora sí, gritas, hundes tu cara en la almohada que ahoga un segundo grito de dolor más fuerte, saco despacio y vuelvo a meter mi dedo… a la vez te acaricio el clítoris que está tan duro como yo y ya no hay dolor… esa sensación da paso a un placer que crece a oleadas por tu cuerpo y hace que se ondule y se merza a mi ritmo… estás a mi merced… es el momento. Giras tu rostro y me miras, dejo de acariciarte y te suelto las manos, las dejas caer dormidas… te miro… dirijo mi polla a la entrada de tu cuerpo que se contrae y se expande deseando devorarme…saco mi dedo de tu culo despacio y a la vez meto la punta de mi verga en ti…conectamos. Con un movimiento seco te clavas en mí y con un grito gutural sin apenas moverme, te has deshecho. Tiemblas encima de mí descargando toda la energía acumulada y haces que me corra dentro de ti con tus espasmos, te lleno de mí.
Lo que no imaginas es que todo este tiempo yo me he llenado de tí, eso es…lo que más me gusta
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