¿Por qué hablas como si yo tuviera la culpa de haberme fijado en ti?

Eres un imbécil, un perfecto imbécil. ¡¡Pero me gustas!! No puedo hacer nada contra ello, yo no decidí tener este tipo de sentimientos hacia a ti.

Yo sí puedo culparte. ¿Quién te manda a ser tan endemoniadamente hermoso? ¿Quién te ordena sonreírme tan bonito?

¿Qué no me das motivos?

¿Seguro? Dime, ¿quién o qué te obliga a ser tan perfecto para mí? Amo todo lo que haces, incluso tus defectos. No hay manera de escapar de esto, tú tienes toda la culpa; y todavía vienes a pedirme que no continúe así. Vienes y me dices que no voy a conseguir nada contigo… no sé trata de eso, ¿qué te hace pensar que te quiero para mí? Es cierto, mientras tú eres un imbécil yo soy una egoísta y te exijo que mientras me gustes, no me des motivos para revolcarme en celos. Eres como un amor platónico, y, si yo no puedo tenerte, nadie en este mundo puede.

Gracias.

*Antes de que me juzguen, me gustaría aclarar que esto lo he escrito en un momento de locura, hablaba como una neurótica, golpeaba mi teclado con fuerza...así que espero lo hayan leído como una mujer loca con tintes de sicópata. De no haber sido así, leánlo de nuevo, quizás les resulte divertido.