YOGURINES
Recuerdo a mi paso por el instituto, cuando comenzaba el primer curso de los cuatro que lo formaban, que algunos de los alumnos que allí llevaban más tiempo, en concreto, un grupo de muchachas que tal vez cursasen ya el último curso, pues tenían verdaderos cuerpos de mujer ya formada y actitudes que me resultaban un tanto adultas para mi edad. A nuestro paso buscando la clase que se nos había asignado, medio asustados y bastante nerviosos la mayoría de nosotros, al pasar próximo a un grupo que formaba casi un corro de quien yo consideraba mujeres ya formadas una de ellas gritó:¡mirar esos yogurines! y quienes estaban con ella soltarían una carcajada sonora, imagino al ver nuestros rostros llenos de inocencia y nuestro estado de incertidumbre. Comenzaría uno a dar vueltas acerca de lo de yogurines y a dejarme llevar para lo que para mí despertaban esas palabras en mi imaginación, y pensé que tal vez con el tiempo esas mujeres que en aquel momento parecían tan distantes y tan elevadas resultasen próximas y a una altura desde la que poder contemplar uno las cosas. Que pasado el tiempo y a mi paso por el instituto, creo recordar de nuevo aquella imagen y el sentido mágico que tuvo para mí en aquel momento aquellas palabras y que hoy pasado el tiempo no sé hasta que punto se cumplieron estas expectativas y que fue de todo aquello.
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