Meeting meat point

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Enviado el , clasificado en Ciencia ficción
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Estoy enfermo. Tengo acromatopsia y por lo tanto una gran ventaja. No puedo tener fobia a la sangre. Esa peculiaridad me permite trabajar en un desollador, en la sección de despiece de personas.

Somos en el año 2050 y La Tierra ya hace tiempo que ha llegado y ha  superado con creces el lindar de la propia sustentabilidad. Si queremos sobrevivir tenemos que comer carne humana. Si os tengo que decir la verdad, no está mala, mas bien lo contrario. Creo que tiene aptitudes para ser una delicatessen. Hay que tener en cuenta su origen; la crianza de la carne digamos, no es lo mismo de pueblo o de ciudad. Son opuestas en las características organolépticas. Las rurales, y con eso me refiero a las de pueblo son duras y demasiado ejercitadas, aunque cabe decir que se consigue certificarlas con el sello ecológico con facilidad. Eso permite en los tiempos actuales comercializarla con una rentabilidad segura ya que estos productos tienen un valor añadido. La de ciudad, sinceramente, cuesta venderla y mira que es blanquita, según me dicen las personas que ven colores, y blandita, eso si que os lo confirmo. Da gusto cortarla y deshuesarla. No quiero tirarme florecillas, pero soy un buen profesional.

Mi cuñado se dedica a la exportación y a la importación, es delegado comercial de una marca pionera. Fue en su momento un gran emprendedor. Empezó a gestar el proyecto hacia el 2012. En aquella época había una crisis económica importante y ya se había superado el "Peak Oil". Me comenta un poco las estrategias de marketing que hay que seguir para poder tener éxito en ese sector alimentario. Se centran en la carne criada en la ciudad. Hay que ser meticuloso en la etapa de "exposición al consumidor preferente". Resulta ser que la carne de la fémina humana  tiene mejor salida que la masculina, por esa razón se realizan durante el año las famosas "Meeting Point Meat" en las ciudades de New York, París, Tokyo, ... A estas carnes se les incorpora los más famosos "packaging human designers" de la temporada de Chanyl, Gocci, Doir… y de esta forma se les añade un valor comunicacional visual de credibilidad permitiendo transmitir la valúa de la carne, asegurando mucho mejor su subasta. Aquella que no ha conseguido ser vendida tiene segundas oportunidades en los siguientes “meetings”. Cuando llegan a los treinta y cinco son retiradas del mercado.

Os animo a asistir a las subastas, son divertidas.

 

 

 

 


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