El día que no sea yo la que se deba preocupar por los sentimientos. El día que me sienta totalmente protegida, arropada por los brazos de alguien que me quiera a mí y solo a mí. Ese día veré el sol de otra manera, con nostalgia por la persona que dejo atrás y con admiración ante lo que se me presente de frente. Amar sin condiciones sale caro, es una lección más. Amar sin correspondencias sale más caro aún. He aprendido a no amarte, pero no sé no echarte de menos cuando no estás. Una persona, demasiado importante, juzgó estos hechos y se alejó de mí con el pretexto de tu presencia y hoy eres tú el que no está. Tanto egoísmo por tantas partes me abruma y aunque la angustia solo llega cuando te quiero conmigo y no estás, la situación me come por dentro. Va quedando nada de mí, vas quedando tras de mí. No sé lo que haces o más bien no lo quiero saber. Tus labios rozarán otros labios, varios labios, varios días. Por la noche, por la tarde… tus manos rozarán otros cuerpos y mis ojos lloran solo con escribir esto. Tu mente pensará formas de actuar frente a otra persona que no soy yo, tus ojos captaran la esencia de otro aliento. Mientras que mi sueño sea más fuerte que tu deseo mis ganas de amar seguirán aumentando y tú te irás alejando. Te invito a que beses más labios, pero vuelve a los míos, refrénate en ellos y no quieras ya dejarlos más.
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