Una reflexion mas sobre la diferencia entre Erotismo y Pornografia

Probablemente todos, hay quien más y hay quien menos, ha visto en su vida alguna película o escena porno. Siempre que una escena de este tipo se cuela ante mis ojos, me pregunto en qué momento se pasa de una cotidiana escena diaria a la más erótica, morbosa y tórrida de las historias que ocurren en nuestra vida.

Es cierto que en el mundo del porno, el guion no es una de las mejores virtudes. Uno no va a una entrevista de trabajo, y la jefa, que curiosamente está buenísima y viste como una puta, le come uno primero con los ojos y luego le hace sexo oral como  si no hubiese un mañana, y encima, ¡luego le ofrece el trabajo! ¿O acaso si? A mí al menos no me ha pasado nunca.

Cuando escribo, me hago muchas preguntas ¿Que hace que una historia sea especialmente erótica? ¿Cuándo nuestra mente entra en comunión con la historia que estamos viendo o leyendo? ¿Cuándo una historia hace que nuestro sexo palpite de verdad, que nos creamos los protagonistas y que nos induzca a tocarnos para sentir la historia como si fuese real?

Muchas veces, cuando me apetece escribir reflexiono sobre el tema y levanto la cabeza para mirar a mi alrededor. Invento historias sobre la gente que me rodea, o que simplemente pasa por ahí. Pienso en la distancia que hay entre aquella persona y yo. En que nos parecemos, en que somos diferentes, que debería pasar para que ella y yo follásemos como animales sin censuras, quizás allí mismo. Siempre llego a la misma conclusión. La diferencia está en el momento en el que nos dejamos llevar por el sexo.

Me siento como un antropólogo buscando el eslabón perdido. Hay mil situaciones posibles antes, y mil situaciones posibles después, pero solamente unas pocas razones posibles para que el antes llegue al después, y que tienen que ver con las cosas que nos unen a ella y a mí. ¿Porque aquella chica despampanante iba a perder la cabeza por mí hasta tal punto?

Mi mente de escritor me ha hecho experimentar mucho con esos momentos. Eso me ha hecho involucrarme, realmente, en situaciones tórridas, que no siempre acabaron del todo bien, pero que me han hecho aprehender (si, con hache) formas de comunicación entre hombres y mujeres, que muchas veces superan la ficción…

Mi intención al escribir, es buscar esas sensaciones, transmitir, sobre todo, el momento, a veces claro, a veces difuso. Ese momento que hace que las historias sean reales, y que separan el porno, del erotismo. No siempre lo consigo. No soy el único portador de este conocimiento, aquí he leído muchas historias que me hubiese gustado escribir…

Gracias por compartirlas conmigo