CAMILO Y LUCY (LA PRIMERA VEZ) 1/2
Por LIZ
Enviado el 12/03/2016, clasificado en Adultos / eróticos
8589 visitas
ESTA ES UNA HISTORIA PARA LOS QUE CREEMOS EN QUE LA MEZCLA DE AMOR Y SEXO DA COMO RESULTADO UNA EXPERIENCIA ETERNA.
El taxi se detiene en el semáforo, el conductor nos mira por el retrovisor y a mí se me anuda el estómago siento como las mejillas me arden intento disimular mis nervios pero creo que se me notan invariablemente.
-Te ha gustado la comida?-Pregunta Camilo mientras me toma las manos.
-Sí, me ha gustado-Digo de manera rápida.
Se acerca a mi oído y hunde su nariz en mi cabello.
-No tenemos que hacer nada si no quieres nena, tranquila!-Me susurra con esa voz condenadamente sexy que tiene.
Me estremezco, no me dan calma sus palabras solo provoca mis ganas, y eso me aterra.
Suena su móvil sorprendiéndonos.
-Hola Ma, que paso?...si, todo bien…..vale nos vemos entonces en casa….vale un beso.
-Era mi mama que está en casa y nos esperara para merendar, ya ves bonita tampoco será el día, ya relájate!-Me dice un tanto decepcionado aun que lo trata de disimular.
Sus palabreas me calman pero creo que también yo estoy decepcionada.
Llegamos a su casa, Camilo paga el taxi y me ayuda a baja , entramos y su madre nos recibe sonriente, conversamos un poco y vamos a la sala de tv, tendremos una tarde de películas al final de todo.
De pronto suena el celular de Amanda la madre de Camilo, una pequeña conversación la pone ansiosa y cuelga.
-Chicos voy a tener que ir al hospital, llego una de mis pacientes con una urgencia quirúrgica y tengo que ir, Camilo cuando terminen la peli lleva a Lucy a casa amor y te regresas en el mismo taxi ok?; no me esperes despierto te veo mañana-Dice nos da un beso a los dos y sale rápidamente por sus cosas.
Después del sobre salto regresamos a la película si mayor pretensión, Camilo se acomoda en mis piernas y yo juego con sus cabello sedoso mientras vemos la peli sin hablar, de pronto llega a mi esa conversación de la comida, siento un cosquilleo en el estómago y luego recuerdo los besos dulces que le dio a mi cuello en el taxi.
Mi mano fue a su pecho para acariciarle sin pensar, hacia círculos en uno de los botones de su camisa, abrí el ojal y metí mi mano nerviosa, toque su piel tersa y se erizo al contacto, sentí los músculos marcados de su abdomen, los cuales solo había sentido por arriba de la ropa, creo que nunca le había tocado sin tela de por medio, me gustaba, su piel es más suave de lo que creí.
Camilo no se mueve cierra los ojos y parece disfrutar del vaivén de mis dedos, le mire la entrepierna y me dio vergüenza el solo pensar en verle desnudo ,pero la idea me excito a la vez.
-Puedo besarte nena?-Me dijo sin voltear a verme.
-Si claro!-Le dije con un hilo de voz.
Quedamos frente a frente, Camilo es tan apuesto, es mucho más alto que yo, con un cuerpo esbelto, una piel clara y una sonrisa que me puede derretir, se acerca lentamente a mí su aliento y el mío se pierden, mi corazón está a mil y mi cuerpo esta tenso, se acerca a mis labios y nos fundimos en un dulce beso, su lengua pasa por mi labio inferior y luego entra tímida en mi boca, la mía juega con sus labios, le paso la punta por su labio superior, sé que lo enloquece, contiene el aire en su pecho y sus brazos me atrapan con fuerza, siento un calor insoportable desde el centro de mi estómago y viaja por todo mi cuerpo, mis brazos van a su cuerpo y nos perdemos en el abrazo, sus manos buscan mis senos y las mías su entrepierna, el jugueteo nos tiene jadeando.
Cierro los ojos y siento su pene erecto y como busca tocarme por arriba del vestido, abro mis ojos cuando escucho el ruido de su cremallera bajando, un golpe de realidad me altera.
-No Camilo por favor, que crees que haces?-Le digo mientras me quito
-No hago nada amor pero creo, tengo las mismas ganas que sé que tú tienes de que hagamos el amor, a que le tienes miedo?-Me dice y sube su cierre tranquilo.
-Y si no te gusto?; y si desnuda ya no piensas lo mismo?
-Amo los 160 centímetros de tu ser, tus ojos hermosos, tu voy dulce, esas manos tiernas que me acarician, tu sonrisa que causa suspiros cuando la muestras, me enloquecen esas caderas tuyas que sin querer provocan el morbo de quien te ve caminar, amo cada fibra de ti, de tu alma y de tu cuerpo hermoso, como crees que desnuda no me encantaras, sé que es difícil para ti la desnudez pero créeme sé que me volverás loco si te veo así, pero nena si no quieres, calma podemos esperar, yo te amo con o sin sexo, esto es más profundo Lucy, más que carne y penetración, más que el orgasmo y la virginidad, quiero sentir que eres mía pero también que sientas que soy tuyo.-Dice mientras se levanta y abrocha su camisa.
-¿Qué haces?-Le pregunto
-Voy a poner un poco de té para que se te bajen los nervios y a mí que se me bajen las ganas nena, ahora vengo amor.-Dice y me da un beso en la mejilla.
Me levanto y subo mis brazos frente a él.
-¡Hazlo!-Le digo mientras cierro los ojos.
-¡No!-Dice muy serio
-¡Por qué no?-Pregunto desconcertada
-No es una tortura amor, no debe ser así, debe ser por qué quieres no solo porque yo lo deseo tanto que quieres complacerme….
-Lo deseo amor, te deseo y sé que me vas a cuidar, así que vamos a hacerlo, anda hazlo….-Le sonrío nerviosa
Sus ojos chispeaban deseo ,puso sus manos en mi vestido azul marino y tomo la tela, la deslizo por mi cuerpo hasta sacarlo me quede en ropa interior color azul cielo, mis mejillas están hirviendo lo que siento es una pena enorme, Camilo me recuesta en el sillón largo como un diván, se comienza a quitar la ropa ante mis ojos , abre la camisa y la saca de sus jeans, el sonido del zíper se escucha nuevamente saca sus zapatos y baja los pantalones hasta dejarlos en la mesa de café, la erección se le nota de sobre manera en sus boxers ajustados, sé acerca a mí y me besa el cuello, mientras su pubis y el mío se encuentran, sus manos torpes me abren el sostén y logra quitarlo, mi cuerpo se tensa y llevo mis brazos a mis pechos tratando de cubrirlos.
-¡Tu piel se ve perlada con esta luz, no tapes tu cuerpo amor, es una locura, es perfecto, simplemente perfecto!-Me dice mientras se pone de rodillas frente a mí.
Sus manos van a mis bragas y ciento un par de contracciones en el estómago cuando sus dedos comienzan a bajarla, los nervios me hacen temblar, cierro los ojos.
-¿Qué haces?-Pregunto nerviosa y excitada.
-No hago nena , intento hacer… pero tus muslos preciosos no me dejan, mmmm tal vez deba hacer que se relajen….
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales