(Tilín, tilín)
-¡Nahna, Bruja del Páramo! ¿Qué le trae por mi modesta carnicería?
-Saludos, Solrak, Hijo de Carnicero. ¿Tiene carne de unicornio?
-Pues sí, querida Nahna. La tengo a tres piezas el kilo.
-¡¿Tres piezas?! ¡Eso es un robo, Solrak!
-Comprenda que está casi extinto, no como estas asquerosas hadas que vienen hasta aquí atraídas por la sangre de troll. ¡¡Fuera, malnacidas!!
-Me llevo toda la que tenga si me la deja a dos piezas.
-¿Toda? ¿Qué tiene en mente, Nahna? No será otro cachivache mágico que enfrente de nuevo al Rey de la Montaña contra Srees, el Destronado. ¿Verdad? Un día la van a quemar por lianta.
-Sólo soy una anciana inofensiva con mucho tiempo libre.
-Es usted incorregible. ¿Qué será esta vez? ¿Un anillo de poder? ¿Otra espada hundida en piedra?
-Todo dependerá del poder mágico que consiga extraer del unicornio.
-Siempre trabajo con género de la mejor calidad.
>>Mi hijo Rólerin le llevará su pedido al Páramo. Y añadiré un cuarto de jamón cocido de troll por ser tan buen cliente.
-Gracias Solrak, Hijo de Carnicero. Que tenga un buen día.
-Igualmente Nahna, Bruja del Páramo. Y pórtese bien, por favor.
(Tilín, tilín)
B.A., 2.016
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