Tu oficio fue algo muy distinto, a lo que es el arte de pintar cuadros y en aquel momento que estabas trabajando, ni tú ni nadie os podíais imaginar, que podías pintar, como lo hiciste a partir de los 50 años, sin ir a ninguna clase de pintura, esta salió de dentro de ti, poco menos, como un milagro.
Aunque nunca vio tus cuadros un entendido en arte: por eso no se puede decir que tengan mucho o poco valor. No obstante nadie de los que vieron tu pintura, dijo que no le gustaba, sino más bien todo lo contrario. Sin embargo, vas a morir sin sacar ningún lucro ecónomico de ella (a no ser que vendas tus cuadros, como se dice, por cuatro chavos), como lo hicieron otros en el pasado, que solo se le reconoció su arte unos 200 años después de fallecer, porque mientas que vive un pintor, por suerte seguramente para el arte, o por desgracia con toda seguridad para él, muy pocos son los que disfrutan económicamente de su trabajo. Esa es la pura realidad de la vida y seguramente nunca cambiará.
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