El misterio de la confesión
Por Tarrega Silos
Enviado el 01/04/2013, clasificado en Humor
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El rabino, el cura y el misterio de la confesión
Cura y Rabino polemizan osciosamente sobre el rito
de la confesión y el perdón de los pecados. Dios solo perdona los pecados contra Dios, no del hombre contra el hombre. Pero Cura arguye los efectos catárticos de la confesión, paralelos al arte secular del pscocionalisis y la verbalización. Ante el dogma, las pruebas: Cura reta a la necesaria vivencia personal, la testificación directa, incluso a la sustitución del ministerio.
Rabino impulsado por la comprobación de lo que considera absurdo, accede a sustituir a Cura, mientras que éste aprobecha para ausentarse de viaje.
Despues de parcas instrucciones, en el confesionario Rabino testifica un desfile interminable de pecados insoportables. Hasta que el quebranto le sobreviene al teorizar la penalización a pagar por una mujer casada que se deja intencionalmente tocar por un hombre que no es su marido.
En la confusión de la indiganción y en ausencia de Cura, Rabino convoca a consulta a doña Salmia, ayudanta de mayor confianza del parroco. Ella responde: "por tal acción que usded refiere, Cura, lo más que me ha ofrecido es un pollo azado de 3 libras".
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