Es una noche cualquiera para todo el mundo. Pero una tragedia, un accidente ocurrió en la autopista. En la carretera, gris y porosa, en el asfalto se quedó la vida. Ellos iban conduciendo, sólo iban recorriendo, sólo rodando.
Las chispas saltaron al rozar el chasis la baranda. Fantasmas lejanos se están apareciendo, el agua que cae sobre el parabrisas y el aire frio que se está forjando en los asientos.
Esa noche con una simple cirugía, sus manos amputaron. Como anestesia se impuso la soledad, la tristeza de luces que no brillan, entre sueños que no palpas y el recuerdo de sus ojos tristes, profundos y hermosos.
Recordaré esta noche cuando se vayan, cuando las sombras le retornaron su corazón. Le reenvió todos sus sueños, cada arma que le entregó, incluso los secretos que le guardó. Pudo pelear todo, pero en esa curva todo le devolvió. Esa noche perdieron su camino.
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