Denunciar relato
Pedazos rotos, resquebrajados, tornillos sueltos... Así me encuentro escondido en un cajón oscuro.
Quién sabe cuánto tiempo habría pasado pues para mí el tiempo se habia parado.
Qué era el día, qué era la noche,
no me importa,
qué era reír, qué era dormir,
no lo recuerdo.
Recuerdo haber perdido el último atisbo de humanidad que me ligaba a la Tierra; que lo único que me importaba era tener tiempo, es más, quería ser el tiempo, y así te lo pedí.
Un cambio justo pensé, y literalmente me convertí en el tiempo, e irónicamente me perdí en el.
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