FAVORES

FAVORES

Javier y Carol eran un matrimonio joven, tenían un niño de 5 años que se había quedado en casa de los abuelos, no era lo habitual, pero ese sábado por la noche ellos habían ido a un concierto en acústico en un local del centro, era un grupo que le gustaba a ella desde la adolescencia, hacía meses que había comprado las entradas muy emocionada.

El matrimonio llegó a casa pasada la una de la mañana. Él se fue a ver el canal de deportes a la cama como acostumbraba a hacer todos los días y ella se quedó viendo una película en el salón. Cuando ésta terminó se fue a la cama donde se encontró a Javier dormido, con la tele de fondo, buscó el mando, la apagó y reinó el silencio y la oscuridad.

En menos de un minuto él empezó a acariciarla bajo las sábanas, Carol no se negó, pero estuvo poco participativa, más bien se dejó hacer. Cuando ya llevaban un rato en pleno acto sexual ella dijo: -¿Acabas ya?- Javier no podía creer lo que había oído, no contestó, llevó su mirada en la oscuridad a los ojos de ella buscando una explicación para semejante pregunta.
Carol continuó: - Bueno ¿Qué?-
-¿Pero qué te pasa? ¿ Es que no te gusta?- Le dijo él con tono seco y sin entender nada. Siempre habían disfrutado en la cama, jamás ella se había comportado de esa manera, esto para él era una novedad.
-Pues no, sólo tengo ganas de que acabes y dormir.- Dijo ella tranquilamente.
Javier apartó su cuerpo del de Carol con la líbido, el ego y la moral por los suelos. Encendió la lamparita y sentado en el borde de la cama comenzó a ponerse el pijama que unos minutos antes se había quitado.
Carol siguió: - Veo que no vas a terminar. Vaya. Encima de que te hago el favor, me tienes aquí aguantando para nada.
-¡¿Pero tú de que vas?! - Dijo rápidamente y con tono molesto él ante semejante impertinencia. 
A lo que contestó ella con total tranquilidad: -¿Yo? Te estaba devolviendo el favor. Tú me has hecho el favor de venir a cenar y al concierto, sin ganas, me lo has dejado muy clarito con tu actitud, pero lo has hecho por mí, así que yo ahora te he hecho el favor, sin ganas claro, como tú, pero por tí, porque te apetecía.- Carol se calló esperando una respuesta de él, pero Javier no sabía que decir, la estaba entendiendo perfectamente. Así que continuó: - Podría haber sido el concierto de mi vida... Podría haber sido una de nuestras mejores noches...
Ahora ya sabes lo que es que te hagan un favor sin ganas.
Pero tranquilo, no habrá más. Ni para mí, ni para tí.-