Somos un reflejo de la divinidad heredada de Dios.La escritura dice:Y creó al hombre a su imagen y semejanza",entonces nos dotó de un espíritu,puso en nuestro ser una chispa divina;sin embargo no brillamos,no actuamos de forma elevada,no rige nuestra existencia un impulso divino.
El hombre no está conciente de esa divinidad que heredamos como hijos de Dios.Por qué motivo el hombre no está conciente de este regalo? Que le impide actuar,pensar,hablar con esas características divinas?
Moisés escribió en las Tablas de Piedra las leyes o mandamientos que Dios le dictó,pero Dios en su infinita bondad nos permitió actuar al libre albedrío.Razonar consecuentemente es nuestra obligación,mas nos apartamos de la senda correcta,cegados por actitudes y vanos deseos que nos impiden que esa chispa divina que pseemos brille a plenitud.
Apartemos nuestros ojos de la ilusoria vida terrena y abramos la conciencia al propósito que tiene Dios Padre,para cada uno de nosotros.La riqueza terrenal por la que tanto nos afanamos
y apartamos del propósito que Dios tiene para nuestra vida, sólo será motivo de discordia entre
nuestros descendientes y a nosotros nos puede cerrar la única puerta que deseamos se abra al final
de la vida;sí la puerta de esa casa que tenemos prometida.
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