Una de las batallas que hubo

Aquella noche el jefe del poblado arengó a sus subordinados y después de haber preparado minuciosamente el ataque al Castro del enemigo más cercano que se iba a producir en el amanecer del día siguiente. Luego les ordenó, más que aconsejarles, que cenaran antes del anochecer y que durmieran lo mejor posible para levantarse muy temprano.

Mientras que esto pasaba en el Castro enemigo también estaban preparando sus defensas al informarles un espía de lo que iba a pasar. Así que todo estaba preparado para defender sus vidas y al mismo tiempo sus viviendas.

Llegó el amanecer y los vigilantes del Castro dieron el aviso a su jefe y este alertó a todos sus subordinados, de que el enemigo se estaba acercando para intentar dar el asalto: al poco tiempo comenzó la batalla. El Castro solo tenía una entrada y esta estaba bien reforzada con un portón y con los mejores guerreros, por lo que por allí al enemigo casi le era imposible entrar. Por lo tanto la mayor parte de ellos lo intentaban por los alrededores. Aunque el Castro al estar en un llano de en un cerro además de estar vallado lo mejor posible, los de arriba, en donde participaban desde niños hasta ancianos, al lanzar toda clase de piedras que tenían preparadas llevaban una gran ventaja sobre los que intentaban asaltarlo desde abajo subiendo por la cuesta.

Por este motivo el asalto fracasó y el jefe de los asaltantes ordenó la retirada dejando atrás a varios muertos, básicamente por los impactos de las piedras, que le lanzaron los enemigos en la batalla perdida y con consigo llevaba a muchos heridos, con brechas en la cabeza.

De esta manera o parecida, se producían las batallas desde hace más de 2,000 años hacía atrás, en los Castros de Galicia y de allí en adelante se produjeron de otra manera en todo el planeta. Aunque el caso es, que nunca faltaron y no faltan, por la cabezonería y la maldad de algunos humanos, de los que la mayoría no estamos de acuerdo con las guerras que ellos nos llevan.