(QUIERO ACLARAR QUE ESTO LO ESCRIBÍ HACE UN TIEMPO, AL LEERLO ENTENDERÉIS PORQUÉ LO DIGO)
ASI ESTAMOS
Me vais a permitir que comparta con vosotros una cosa que ahora mismo se me viene a lamente. Dados los últimos acontecimientos una es del pensamiento que este país, tristemente, está muy sucio, tiene unas manchas incrustadas que alguien llamado Gobierno ha incrustado entre la ropa llamada ciudadanía
Y esto, aunque llamemos al gran mayordomo ese de “el algodón no engaña”, porque como se le ocurriera pasar el susodicho por donde yo sé y, creo que no me equivoco, todos sabéis, se le vuelve negro, negro, pero…que muy negro.
Llamar a la chica esta venida del futuro con pelos azules, como la Bosé, puede ser otra opción. Equivocada, como la primera, claro está. Mete las manchas que ahora mismo tiene el ejecutivo en agua y verás cómo no se quitan. Garantizado. ¿El famoso Wipp Express? Sería un consuelo que sirviera la verdad. ¿Os imagináis por un momento lo que sería? Ahora la suciedad está en el Gobierno, ahora la suciedad… ¡ya no está! Tendría su punto, no me digáis. ¿Y qué tal el famoso muñeco Micolor? Sí hombre, ese que devuelve el color lavado tras lavado…Porque vamos, tenemos un ejecutivo de lo más descolorido, y eso única y exclusivamente es culpa de ellos. No digo con esto que yo supiera gobernar un país, dios me libre, pero puedo asegurar que hay cosas que no haría. A quién quiera creerme bien, a quién no…totalmente respetable.
No haría campaña de un programa para luego ejecutar otro. Vamos, jamás me atrevería a intentar vender un Ferrari a alguien para luego encasquetarle una chatarra. Nunca jugaría con aquellas personas que han depositado su fe, su confianza, sus esperanzas, porque al fin y al cabo, por ellos y de ellos estaría viviendo. Si no se dispone de un coche de alta gama, la honradez significa decirlo. La honradez significa decir: no lo tengo pero haré lo posible para que todos podáis tenerlo. Habréis deducido que ese Ferrari simboliza creación de empleo, mejor sanidad, mejor educación, bajada de impuestos y un largo etcétera de promesas incumplidas. Y es que estamos gobernados por….bueno, ahora no se si decir Pinocho o Geppeto que fue su creador.
Lo dejo a vuestro criterio. Sí, estamos a manos de alguien que nos engañó, que en realidad nos ha dado, como cito anteriormente, chatarra. Transformada en menor calidad de enseñanza, menor calidad de la sanidad pública, crecimiento de la tasa de paro. Por no hablar de las tasas, tasas y más tasas que se han creado. Y es que llegará el día que habrá tasa hasta para estornudar. Pues que sepáis que me siento impotente, me siento estafada. Porque no nos merecíamos esto, no nos merecíamos que alguien sobre el cual se depositaron todas las esperanzas para que el barco saliera a flote, lo esté hundiendo más. Por mucho que él diga que no nos alarmemos, que el iceberg está lejos y que no nos chocaremos con él.
Tristemente, no me lo creo, a mi modo de ver el iceberg está más cerca de lo que pensamos e incluso algún trozo de hielo vemos asomar por el horizonte. Soplan vientos fuertes y la embarcación resiste, aguanta como puede, pero está empezando a resquebrajarse. Solo espero que cuando llegue el momento de la desgracia, conste que espero que esto no ocurra pero ahora no puedo tener pensamientos positivos, ese que conocemos como el capitán no abandone y nos deje a todos a merced de las olas
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