El carnero valiente (fábula)
Piti era un carnero, que desde que fue un corderillo, ya se notaba en él que no iba a ser un carnero cualquiera; pues crecía más robusto y fuerte que los demás corderillos de su edad, aunque solo era un animal como todos los de aquel rebaño de ovejas. Sin embargo, nada más destetarlo su madre, también demostró que su valor era superior a cualquier otro cordero de todo el rebaño. Al no tener miedo a los perros del pastor, a los que hacía que envestía, en vez de huir, cuando estos perseguían a las ovejas, para no perder el control sobre ellas. Por eso cuando fue más mayor, su veteranía aumentó, por lo que siempre andaba en la parte delantera del rebaño y a cada silbido de su jefe en modo de orden, era el primero en obedecer y poco a poco le fueron haciendo caso todas las ovejas. De esa manera, en poco tiempo, el pastor (supliendo de alguna forma a sus perros) como premio a sus habilidades y a su saber estar delante de las ovejas, lo convirtió en el guía de todo su rebaño.
Así que para el pastor; Piti se convirtió su guía imprescindible, pues el carnero lo comprendía como si fuera un colega más: además era un valiente, como lo demostró un día que dos lobos atacaron a las ovejas y él fue el primero en envestir a las alimañas. Aunque después le ayudaron los dos perros, que también estaban con el rebaño y entre los tres y los gritos del pastor, pusieron en fuga a los lobos.
De esa manera, el pastor y Piti, estuvieron algunos años guiando aquel rebaño: pasando mil aventuras. Hasta que por edad, el carnero fallecía de muerte natural. Con la tristeza de su dueño, que nunca más, tuvo un carnero como él.
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