Construye ese mundo
que ha de ser reflejo
de lo que amas,
para compartirlo, claro,
para exponer los motivos
de una migración
hacia el mismo sitio,
con la mejor postura,
deseando existir
desde la solidaridad
con aquello en lo que creemos.
Crezcamos en esos territorios
que nos curan
solo por ubicarnos en ellos,
por aspirar su aire,
por agotarnos en sus paisajes multicolores.
Vivamos la experiencia
de una suerte que la hemos de ganar
cada día, a todas horas,
mientras viajamos
con versiones prevalentes
de una amistad que surge
de unas gentes especiales,
sencillas, empáticas.
Haz, sí, tú (es a ti),
de esta Murcia nuestra
ese universo comprometido
con el futuro y la belleza
de lo particular y lo colectivo.
Utiliza el singular bondadoso
para llegar al plural mayestático de la generosidad
de un pueblo excepcional
que hunde sus raíces
en una historia intensa, profunda.
Lo mejor que podemos hacer
con la fortuna intangible e inefable
es defender su naturalidad,
su mezcla y sus esencias
con esos brazos abiertos
que nos brindan
la más hermosa sonrisa.
El cuidado del magnífico entorno
es básico para garantizar
el respeto y la justicia
que nos seguirán dando calma
y buenos fines.
¡Murcia, tu aroma y dulzura
siempre me acompañan!
Juan Tomás Frutos.
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