Denunciar relato
Que el desierto no es solo de arena
ni de sal, ni la selva agreste es toda
verde y marrón si por dentro miras.
Que la montaña mas alta, en su cima
vestida de blanco muestre hielo y nieve,
de su grandeza es lo que no has de mirar.
Y si una mañana por tu ventana
entra un ave; y sin mirarte parece hablarle
a tu soledad, podrás aislarte o escuchar.
Y como esparcido desde el cosmos
sentirás todo el tiempo en tu cuerpo
y desde tus entrañas buscarás tu encuentro.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales