Las muñecas diabólicas

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Marisa de 9 años, era una niña que tenía una colección de muñecas; de las que destacan dos, por lo altas y por lo rubias que estas eran. Las muñecas las tenía colocadas y ordenadas en una estantería, desde la más alta a la más pequeña.

La niña, de vez en cuando jugaba con algunas de ellas y luego sin falta; las dejaba en su sitio, en donde adornaban el entorno de la vivienda. Sin embargo, hacía unos días que Marisa estaba mosqueada; porque al levantarse por la mañana, tenía la sensación de que las dos muñecas más altas, no estaban en la misma posición, de cómo habían quedado la noche anterior. Por eso un día les preguntó a sus padres, si ellos las habían movido. Al obtener una respuesta negativa de sus padres, la niña cada mañana, seguía vigilando si las dos muñecas estaban tal como las dejara y hasta sus padres, desde aquel día también se fijaban.

Hasta que una noche, el padre de Marisa; al tener que levantarse temprano, encontró a las dos muñecas bailando el agarrado en medio de la sala: quedando un momento paralizado, por lo que estaba viendo. Aunque reaccionó y fue a llamar a su mujer, para que viera el espectáculo. Cuando su mujer llegó, ya las dos muñecas dejaran de bailar y se estaban retirando hacía sus puestos. Una vez que las muñecas estuvieron en su lugar, los padres de la niña, no sabían lo que hacer con aquellos dos monstruos, ni sabían si se lo dirían a Marisa. Estando un momento los dos pensando en ello, sin hablar ni media palabra; las dos muñecas de nuevo bajaron de la estantería y otra vez en medio de la sala, se pusieron a bailar el agarrado, al mismo tiempo que esto pasaba, también llegó la niña hasta junto a ellos, que fue cuando las muñecas explotaron, quedando completamente desintegradas.

Los padres de Marisa, ante este acontecimiento no supieron cómo reaccionar. No obstante la niña, con toda la naturalidad cogió la escoba y el recogedor y a todos aquellos restos los juntó, para después echarlos a la basura. Mientras que decía: ¿ya me parecía a mí, que estos dos monstruos de muñecas; desde hacía tiempo no estaban por la mañana, como las había dejado por la noche? Sin llegar a más problemas este incidente. Aunque, los padres de la niña, tuvieron varios días con el miedo metido en el cuerpo. Sin embargo, a partir de ese suceso, jamás volvieron a tener problemas con las demás muñecas.      

  

 


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