Postales de Lolita
No dejaba de tocarse el lunar de su cuello. Yo sabía que algo maquinaba y que no tardaría nada en venir a buscarme. Era matemático, tocarse el lunar y encendérsele una bombilla en la cabeza.
Ella sabía que yo era de fiar, que podía contar conmigo, porque fuera lo que fuera, malo o bueno, yo nunca la delataría y aunque me negara al principio, acabaría cediendo a su propuesta.
Efectivamente, yo la miraba por la ventana y en lo que dura un parpadeo de ojos ya había desaparecido. Inmediatamente: ding dong el timbre de mi casa.
Abrí la puerta y como alma que lleva el diablo se enfiló escaleras arriba.
Yo creo que si un dinosaurio le hubiera dado la bienvenida, ni cuenta se hubiese dado.
_ ¡Vamos a tu habitación Lori! Tengo algo importante que contarte!
_ ¿Que se te ha ocurrido esta vez...?
_ ¡Algo que puede cambiarme la vida, Lori! ¡Sube!
_ Si, ahora dirás que vas a poner el mundo a tus pies, murmure.
Cuando llegue a mi habitación, Burni me esperaba en la puerta, entre y cerró de manera brusca.
_ ¿Qué te pasa? Te veo alterada.
_ Tengo un plan...
_ Ya estamos ¿qué plan…?
_ Tenemos que hablar de dos cositas, bueno de dos cosazas. Es que no paro de darle vueltas… Es muy complicado aclararte... digamos que en resumen... Hay algo oculto que desde hace tiempo quiere salir a la luz. “Cosas” que me indican que tengo que ver algo que aún no he visto...
_ Calma, calma y serenidad... ¿quieres explicarte mejor?
¿Recuerdas todo lo que te conté la vez que encontré en el rastrillo aquel libro cargado de postales y notas de Lolita?
_ Sí, ¡claro! Como para olvidar todo aquel tejemaneje que llevabas, queriendo saber de la tal Lolita…
_ Pues, escucha, pon la oreja:
_ Hace no mucho, entré en una librería, que no había visto antes, en el centro de Cambrils... pero que increíblemente parece que hace ya bastante tiempo que abrió, el hecho es que al entrar me dejó encantada.
Al entrar pensé en Lolita… pero al encontrarme con un libro la sentí. Vi que opinaba sobre el Bernardo Atxaga y hablaba maravillas… así que no dude en que me gustaría y al leer la sinopsis vi que era un libro para mi… pasaron pocos días en los que sin darme cuenta el libro se alejó un poquito… pero en realidad es muy astuto, y el muy sibilino se me mostró de nuevo pocos días después en forma de entrevista de la contra de la Vanguardia, donde entrevistaban al Autor. No tenía elección. Lo busque y lo descargué y al empezar a leerlo el libro se reveló. Sentí que quería volver a mirar el libro en persona, así que me presente de nuevo en la biblioteca y a pesar de tenerlo delante de mis narices todo el rato, no lo encontraba, y al preguntar a la dueña del salón de papel y palabras, donde se encontraba el muy esquivo, me dijo que le encantaba que le preguntara por él, ya que conocía al autor, la historia de la obra y que era un libro muy especial para ella.
Como es de suponer, no tuve más remedio que llevármelo conmigo. Llegue a casa y nada más abrirlo volví a sentir a Lolita. Percibía que en sus letras había algo escondido que, yo tenía que ser capaz de adivinar.
_ ¿Pero qué dice el libro!?
_ Espera… solo me queda el ultimo capitulo por leer… Lori, de repente todo se vuelve tan simple que asusta... Me da miedo llegar hasta el final, pero sé que debo hacerlo.
_ ¿Recuerdas lo que te conté de todas esas cosas que me pasaban por la cabeza cuando era pequeña; todas esas preguntas que hacía a mis padres sin obtener respuesta, el comportamiento de ellos al informarles de habladurías que me llegaron, y ante ciertos descubrimientos que hice pero que, nunca había podido probar?
_ Si, recuerdo, claro que recuerdo, ¿qué ocurre Burni, en que estás pensando…?
_ En qué debo hacer algo y tú me tienes que ayudar. Pero no se debe enterar nadie, al menos hasta que yo haga una serie de cosas que tengo que hacer. Debo saber la verdad y la verdad solo la puedo conseguir encontrando a Lolita y creo saber dónde está. El libro me ha ayudado a llegar hasta ella y en su último capítulo hallaré la verdad.
Continuara…
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