90-60-90 y XXL

Era un día como cualquier otro, cuando de repente ambos vieron algo asombroso a la par que espeluznante. Atónitos, comenzaron a preguntarse a sí mismos cómo podía suceder tal horripilante misterio delante de ellos, algo totalmente fuera de lo normal. Se susurraban al oído las teorías y enfermedades que podrían explicar aquella extraña situación, mientras sus ojos se deslizaban sigilosamente para no perder detalle. Pasaron como mínimo 10 segundos más y seguían sin encontrar una solución decente para semejante problema: una chica 90-60-90 con un hombre XXL. Magnífico. Pero en fin, el semáforo se puso en verde y aquella pareja se marchó, sin ni si quiera explicar cómo habían conseguido crear tal deformación grotesca del amor. Aunque quizás aquello fuera el verdadero amor.