Un pub irlandés (1)

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
5374 visitas

Marcar como relato favorito

Era una fría noche de otoño, pero aun sintiendo el frío por sus piernas decidió ponerse ese tanga que tanto le gustaba, por si hubiese alguna posibilidad de que algún hombre se lo quitara como si fuese lo último que hiciera en esta vida...

Se hallaba caminando por la calle, con sus tacones, un ceñido vestido verde y su abrigo de tres cuartas, dispuesta a pasar una buena noche, a disfrutar de gente nueva.

Cuando llegó a aquel bar, con temática irlandesa, lo vio sentado en una mesa, bajo unas banderas escocesa e inglesa tomándose una cerveza. En ese momento no pudo evitar notar un escalofrío y pensar en el roce de su piel, mientras observaba aquella camisa verde de cuadros, sus muñecas cubiertas por pulseras de cuero, su pelo moreno y sus ojos miel…

Se quedó en la barra y le sonrió, él le devolvió la sonrisa, y por unos segundos las manecillas del reloj se petrificaron, tenían miedo de continuar con su tic tac y romper ese mágico momento.

Se acercó a él y saludándolo con dos besos le sonrió, fueron charlas bastante aleatorias, pero de vez en cuando no podía evitar que se le vinieran a la cabeza esas imágenes acompañada de su torso desnudo en la cama.

La noche paso, y la música tranquila que incitaba a conversar se transformó en una música que era inevitable bailar. Así, junto con las demás personas del pub, se dispusieron, bien pegados, ella le colocó los brazos sobre el cuello a la vez que el la agarraba de la cintura la separación entre los dos iba menguando inversamente proporcional a la cantidad de cervezas y el ritmo latino de la música.

Sonaba ginza, cuando la cogió de las manos y le dio una vuelta, colocando su espalda sobre su pecho, mientras se movía sensualmente él la mantenía "atrapada" por su vientre, y moviendo el culo empezó a bajar notando cómo se le había puesto ligeramente erecta.

No sabía cómo reaccionar, por un momento pensó en salir corriendo, si realmente debería dejarse llevar o si valdría la pena. No le duró mucho, cuando la volvió a notar de nuevo aún más firme no pudo resistirse a la tentación de imaginársela dentro suya; ante lo cual su cuerpo reaccionó empezando a humedecer, aumentado el ritmo cardíaco. Fue ahí cuando se dio cuenta de que se había puesto cachonda solo por el hecho de haberlo puesto cachondo mientras le bailaba.

Fue en ese instante cuando se dio cuenta de que esa noche podría ser grande, y descargar toda esa energía acumulada de tanto tiempo. Se giró, lo miró a los ojos y bajó la mirada suavemente hasta sus labios terminando así en un caliente beso. Notar sus labios y su lengua solo consiguió humedecerla aún más, sin darse cuenta que las manos del chaval se deslizaban suavemente por su espalda... Hasta llegar a su culo...

Pararon por un segundo, él le susurró al oído si quería que terminarán ese baile en su casa, a lo cual aceptó. Salieron de aquella imitación irlandesa como un perro al que le lanzas una pelota, giraron la esquina pero el chaval no aguantaba más y entre dos coches empezó a besarla mientras sus manos se mantenían sobre su cintura, empezó por el cuello, suavemente cómo si de evitar una ralladura de una escultura de oro se tratarse, sus manos se mantenían firmes en su cintura, pero le abrió las rodillas y se pegó un poco más, para que notase lo erecta que se le estaba poniendo.

Besándole el cuello suavemente empezó a desviarse, sin rumbo... Terminando en su oreja izquierda, mordiéndola. Manteniendo firmemente las manos en su cintura empezó a bajar.... Por el cuello... La clavícula.... El pecho... Descubriendo el comienzo del vestido... Le dio igual y siguió  por encima del vestido, mientras empezó a mover su mano derecha, deslizándola por la cintura, su vientre, su ombligo y terminando en su muslo.... Mas se le escapó un leve gemido al notar su mano fría. Continuó bajando la mano hasta la rodilla para después volver a subir, por la cara interior del muslo, a la vez que empezó a besarle los senos por encima de la ropa y con su mano izquierda le apretaba la cintura....

Aquella mano seguía subiendo por su muslo izquierdo, tranquila y suavemente, pero a la vez con ritmo firme y constante, casi saltando chispas entre roce de pieles... Notando como se le erizaba el pelo... Introdujo la mano dentro del vestido queriendo llegar y tocar ese fruto tan ansiado. Cuando se estaba acercando, empezó a subir de nuevo sus besos casi siguiendo los pasos que había dado anteriormente. Estaba a milímetros del tanga cuando se empezaron a escuchar voces. Alguien se acercaba en mal momento.

Tuvieron que parar y disimular descaradamente, aunque sus caras de deseo eran imposible de borrar... Una vez los desconocido habían girado la esquina, continuaron tal y como lo habían dejado. El chaval volvió a colocar la mano en su muslo izquierdo mientras la besaba vigorosamente, empezó pues a deslizar su mano... Subiendo lentamente... Hasta que rozó ese ansiado tanga.... Y empezó a acariciárselo ligeramente, notando cómo se le humedecían las yemas de los dedos. Sin previo aviso empezó a bajar esos deseosos besos, por el cuello.... El pecho... Los senos.... El vientre y el ombligo. Mientras ayudándose con su mano izquierda le levantaba la parte de abajo del vestido y poder deslumbrar ese esperado tanga.

Siguió bajado los besos, como si de un sendero de migas se tratara.... Bajando por su muslo derecho... En ese momento se incorporó rápidamente, la levanto por el culo y la sentó encima del capó del coche, y abriéndole las piernas como si del capullo una flor se tratara se dispuso a continuar en el punto donde lo dejó. Besándole el muslo como si de un ansiado tesoro se tratase, continuó subiendo hasta llegar al tanga, y ayudándose con su mano derecha lo apartó suavemente para poder empezar a besárselo.

Pasando de un labio a otro, con ternura, mientras sus manos se posaban sobre la cintura de la chica, agarrándola con firmeza. Besándolos suavemente, cuando ella no se lo esperaba saco su lengua y se la introdujo, notando lo mojada que estaba.... Empezó a lamerle el clítoris, jugando con él, pero volvieron a aparecer voces desconocidas, haciéndolos parar en un sobre salto.

Dándose cuenta de la limitación de continuar en la calle, decidieron seguir con su camino hacia la casa del chaval.

 

(Dejen su opinión por favor)

 

Para mas informacion: https://relatoslos5sentidos.wordpress.com/


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed