Mi libro, C. 11

Por
Enviado el , clasificado en Varios / otros
1173 visitas

Marcar como relato favorito

Espartaco

Espartaco (Tracia, 133 a. C. Lucania, 71 a. C. ha sido un esclavo tracio que, por escritos romanos, acaudilló la sublevación más grande contra la República romana en tierras itálicas, la que se conoce entre otros nombres como Guerra de los Esclavos, esto ocurrió en los años del 73 a 71 a. C.

Según los escritos romanos de Apiano y Floro, Espartaco era natural de Tracia el 113 a. C. al encontrarse en las tropas auxiliares de Roma huyó. Pero como no era nacido en la Roma antigua, cuando lo apresaron fue puesto como esclavo. Siendo mandado en compañía de su hermano a realizar labores forzosas en unos cascajares de yeso, aunque con su condición de fortaleza fue adquirido por un negociante para llevarlo a una academia de gladiadores de Capua de Léntulo Batiato. Todos los escritos sabidos de esta sublevación, muy diseminados, concurren en reseñar a Espartaco como a una persona instruida.

Inicios de la rebelión: En el año 73 a. C., cuando estaba en esta academia, Espartaco planeó e hizo una sublevación para huir con otros camaradas. Más de 70 presos, liderados por Espartaco, Crixo y Enomao, escaparon de la población con armas de las que hallaron. En su huida se toparon con una expedición que llevaba armamento de gladiadores y se hicieron con él, después de eso se marcharon a la cumbre del Vesubio, estando allí comenzaron a robar en los pueblos cercanos. Espartaco repartía lo robado por igual entre todos sus compañeros, por ese motivo se le unieron muchos partidarios entre los cautivos de los territorios circundantes al volcán.

Los romanos cuando supieron lo de la rebelión, aun sin tomárselo muy en serio, mandaron desde Capua a unos pocos hombres del ejército, que fueron vencidos y los sublevados se hicieron con su armamento. Por ese motivo, cundió la alarma entre los romanos que mandaron a 3.000 soldados liderados por Cayo Claudio Glabro.

Sin respetar las normas del ejército romano ni tampoco a los revelados, Claudio Glabro acampó con sus hombres en la base del monte, junto a la único itinerario que bajaba de la cumbre sin tomar medidas para protegerse, al saber esto Espartaco tomó las siguientes medidas: ordenó a sus compañeros que bajaran por la parte más difícil de la cumbre, sujetos con maromas a un cepón de una parra salvaje, tirándose encima de los hombres romanos, matando a muchos de ellos y los demás huyeron desorganizados, haciéndose los rebeldes dueños de todo lo que allí quedó. Esta fue una gran derrota que los rebeldes infringieron a los romanos, en la batalla Vesubio.

Los romanos mandaron contra los sublevados dos milicias venidas de la divisoria norte del país, lideradas por el magistrado Varinio. Quien quiso rodear a los rebeldes en forma de pinzas, para lo que partió su ejército en tres. Espartaco bien asesorado por sus vigilantes, utilizó la separación de las tropas romanas y venció por separado a los dos cooperantes de Varinio y después acometió contra las tropas dirigidas por el pretor, a quien le llegaron a coger la bebida y también a su caballería, para tener que escapar corriendo.

Por ese motivo, la sublevación se propagó en el sur de Italia. En donde los rebeldes se apropiaron y desbalijaron a varias poblaciones, cometiendo muchos crímenes contra sus anteriores esclavistas. Espartaco sabía que esto tenía que acabar, por eso se puso a estructurar a una milicia ordenada para poder combatir con alguna esperanza a la infantería romana.

Así, conformó unas tropas de alrededor de 70.000 soldados, proyectó como hacer las armas y preparó a los caballos. Al estar esto dispuesto, planificó las siguientes tareas. Se supone que el proyecto de Espartaco, era huir con sus hombres por los Alpes y salir del territorio romano para liberarse de la tiranía en que estaban, porque él sabía que no podría mantener por mucho tiempo un enfrentamiento con las milicias de Roma. Para conseguir realizar este proyecto, comenzó el desplazamiento con destino al norte con sus hombres.

Roma, al darse cuenta de todos sus fracasos con los rebeldes, en el 72 a. C. mandó contra ellos, las tropas de los dos diplomáticos, Léntulo y Gelio. Cuando entre los sublevados hubo diferencias, lo que provocó la salida del conjunto de la tropa, de unos 20.000 soldados, que eran en su mayoría galos y germanos, liderados por Crixo. Quienes comenzaron luchar como ordenaba Crixo, aunque este era menos habilidoso que Espartaco, por eso el auxiliar de Gelio, el promagistrado Arrio, los paró y aplastó en Apulia, donde también murió Crixo.

Por lo que parece, Espartaco solo quería salir de territorio romano con su gente, mientras que Crixo con sus seguidores querían guerrear y vencer a los romanos, puede ser que Crixo fuese apoyado por la gente más humilde de Italia que se uniera a la sublevación y no querían irse del país.

Este contratiempo, no dio por finalizada la sublevación, porque Espartaco, con su saber en el paso de los Apeninos, venció a Léntulo, luego a Gelio y después a Arrio, siguiendo con el rumbo norte. Su ejército siguió aumentando con rebeldes de todos los sitios del país, que pudo llegar a tener hasta 120,000 soldados.

La guerra bajo Craso: Los romanos estaban compungidos al mirar como su ejército situado en el país, no era capaz de derrotar a los sublevados. Pero de nuevo intentaron que no salieran de Italia. Casio Longino, regidor del territorio de la Galia Cisalpina juntó todas las tropas posibles y esperó que llegara Espartaco a la vega del Po, en la población de Módena. Donde se enfrentaron los dos ejércitos, con la vitoria de Espartaco, después de eso podía atravesar los Alpes, aunque, volvió al sur.

No hay documentación que esplique este cambio, pero se puede pensar que tras tantas derrotas infringidas a los contrarios, los sublevados estaban tan contentos que no deseaban abandonar Italia, por el contrario querían someter a Roma, lo que tuvo que aceptar Espartaco para no quedar sin la mayor parte de sus hombres.

De esa manera, Espartaco se fue hacía a Roma que estaba muy fortificada. Y él se daba cuenta de que no serían capaces  de conquistarla, por eso lo tomó de forma inactiva. Por otro lado, los romanos, ante tanta derrota frente a Espartaco tenían la moral por los suelos.

Al haberse juntado los dos bandos, Graso en vez de atacar miró de defenderse, en tanto pensaba en cómo podía vencer al enemigo, pero sus planes de rodearlos entre unas montañas falló, porque Mummio su segundo, desobedeció sus órdenes atacándolos de frente y fue vencido. Infinidad de soldados abandonaron su armamento y se fugaron. Espartaco continuó caminando rumbo al sur. CONTINUA EN EL PROXIMO CAPITULO.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed